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La Comisión Europea prepara una reforma de la directiva que fija los impuestos de los productos energéticos y la electricidad, que se saldará, por un lado, con la creación de una nueva tasa que gravará la emisión de dióxido de carbono y, por otro, con cambios importantes para los impuestos de la gasolina, el gas oil, el gas natural y el queroseno de aviación.
Según se recoge en el borrador, al que ha tenido acceso elEconomista, la Comisión Europea considera que el gasóleo (Gas Oil) de uso profesional -el que utilizan los transportistas- debería tener un tratamiento diferenciado al que se utiliza habitualmente para los vehículos privados y añade que los carburantes en competencia -el gasóleo y la gasolina- no deberían tener unos impuestos distintos.
Por este motivo, y siguiendo lo previsto en la directiva en vigor, la Comisión propone introducir unos impuestos mínimos que se comenzarán a aplicar a partir de enero de 2013 y que se variarán también en 2015 y 2018, fecha en la que se equipararán definitivamente ambos impuestos, para llegar a los 8,9 euros por cada gigajulio -el poder calórico de estos hidrocarburos-.
En la misma fecha, los estados miembros podrán aplicar también un tipo reducido para la utilización de gasóleo como combustible para centrales, con un nivel de impuestos más reducido de modo que no se discrimine con otras tecnologías como el carbón.
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