22 mar 2009

Empleados de AIG temen por su seguridad

loultimoenpolitica.blogspot.com

"Hoy iba paseando por Grand Central con una bolsa con el logotipo de AIG y me han insultado un par de veces", reconoce un empleado de la aseguradora estadounidense a elEconomista. Por motivos de privacidad, el trabajador de la compañía prefiere no dar su nombre pero reconoce que "la semana pasada ha sido una de las peores desde que trabajo en esta empresa". Las tarjetas de crédito tienen un cinta por encima para que no se vea "AIG".

No es para menos, el revuelo mediático surgido tras la entrega de 165 millones de dólares en bonus ha despertado la ira de los contribuyentes norteamericanos. "El problema es que no entienden que no todos los que trabajamos para AIG somos parte del brazo financiero que se llevó estas gratificaciones", explica el empleado, de 27 años. De hecho, reconoce que la compañía ha distribuido un memorando entre sus empleados en los que recomienda "no salir a la calle con ningún tipo de objeto que lleve el organigrama de la compañía" para evitar cualquier tipo de percance.

El empleado nos enseñó su tarjeta de crédito de la empresa, que desde que fue rescatada por el gobierno federal, tiene una pegatina naranja sobre el logotipo de la aseguradora para evitar problemas o insultos a la hora de pagar. Incluso, el joven, que trabaja para uno de los departamentos de marketing de AIG, adelanta que muchas de las distintas unidades de la compañía tienen planes de "renombrar" a la aseguradora y cambiar su imagen de marca con la esperanza de poder seguir operando sin ser una lacra para la sociedad.

Durante la semana pasada, varios empleados de American International Group recibieron amenazas de muerte e, incluso, varios activistas organizaron varios recorrdidos por las mansiones de los altos ejecutivos de la aseguradora.

La cifra es mayor de la anunciada

Cabe recordar que el drama que rodea a AIG sobre la entrega de bonus a sus ejecutivos añadió un nuevo capítulo a finales de semana a la ya de por sí dañada imagen de la compañía. Tras una revisión sus documentos llevada a cabo por el fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal, la cifra total de gratificaciones repartidas por AIG asciende hasta los 218 millones de dólares, frente a los 165 millones hasta ahora conocidos.

Este nuevo número, que supone un aumento de casi 50 millones de dólares, no sólo incluye las bonificaciones agraciadas en marzo sino que añade pagos de retención de talento por valor de 55 millones de dólares realizado el pasado mes de diciembre. "No sólo hemos añadido nuevas cifras, AIG nos ha entregado documentos que reflejan un total de 218 millones de dólares", afirmó Blumenthal al periódico The Hartford Courant.

En medio de esta polémica, los consejeros delegados de Citigroup, Bank of America y JP Morgan mostraron sus diferencias con la decisión del Congreso de atacar directamente a la cultura de bonuses de Wall Street. Tanto Vikram Pandit, capitán de Citi, como Kenneth Lewis, de Bank of America, publicaron memorandos entre sus empleados criticando la nueva normativa aprobada por la Cámara Alta que impondrá un impuesto del 90 por ciento sobre los bonus.

Ambos directivos de mostraron muy preocupados por esta decisión ya que dificultará enormemente la retención de "talentos" dentro de dichas entidades. Por su parte, Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, aseguró a sus 200 directivos en una conferencia que el banco discute abiertamente con Washington esta medida, aseguró el Wall Street Journal.

De momento, la administración Obama podría haberse puesto en marcha para endulzar la medida. Aunque ningún miembro de la Casa Blanca ha criticado abiertamente la decisión del Congreso, muchos oficiales de la administración creen que podría provocar un éxodo masivo de empleados y provocar que muchas entidades abandonen el plan de rescate financiero, TARP, por sus siglas en inglés.

America Latina: Zona de riesgo, desempleo, estallidos....

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La crisis financiera recesiva, con caída del consumo y despidos laborales, exportada originalmente desde EEUU y la Unión Europea, se contagia aceleradamente a las llamadas economías "emergentes" y "subdesarrolladas" de Asia, África y América Latina. En la región latinoamericana, según lo describen los últimos informes y estudios, la desaceleración económica viene acompañada con el peor de los fantasmas: La desocupación laboral, con aumento de la marginación y peligro de estallidos sociales.

Informe especial

Proyecciones de organismos oficiales y de entidades privadas, así como los diagnósticos de reputados especialistas coinciden en que la economía mundial ya ingresó en un proceso de recesión globalizada que se va a agudizar durante los años 2009 y 2010, sobre todo en EEUU y en la Unión Europea (principalmente en los países del Este), expandiéndose por Asia, África y América Latina, con un pronóstico que todavía no aparece claro.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, advirtió este sábado sobre las consecuencias del brusco descenso en el crecimiento económico que se espera en todo el mundo para este año.

"Creo que 2009 será un año muy peligroso", afirmó en una rueda de prensa en Bruselas, citando los pronósticos del Banco Mundial sobre un alza de la mortalidad infantil asociada a la crisis económica, además de un declive en el comercio internacional.


Según el Banco Mundial, a mediados de este año la producción industrial se reducirá un 15% en comparación con 2008, mientras que el flujo del comercio exhibirá su mayor declinación en 80 años.

Todo el planeta (globalizado y nivelado por el sistema capitalista "único") ya está aquejado de los mismos síntomas: Derrumbe de los precios del petróleo y de las materias primas (deflación de los precios internacionales), devaluación de las monedas y revaluación imparable del dólar, colapso financiero con quiebra de bancos, crisis crediticia con achicamiento del consumo, suba de precios de los alimentos y la energía y primeras oleadas de despidos masivos en EEUU y las potencias centrales.

Los países de América Latina, cuyas bolsas y economías están siendo golpeadas a niveles inéditos, están buscando aceleradamente un paraguas contra el colapso financiero-recesivo que comienza a proyectarse sobre sus economías.

Desde las finanzas, los servicios, las tecnológicas, la publicidad, los medios de comunicación hasta la industria automotriz, pasando por la informática, ningún sector parece quedar a salvo del proceso recesivo que sobreviene como consecuencia de la crisis recesiva-financiera importada de los países centrales.

Como efecto del derrumbe globalizado, los países de América Latina se están acoplando al tsunami financiero-recesivo, mientras la baja del petróleo y las materias primas, agregada a la suba imparable del dólar, preanuncia una mayor agudización del proceso recesivo con baja del consumo y aumento de despidos en las empresas transnacionales.

De acuerdo con lo que ya se verifica en la realidad, se están quemando etapas: En América Latina la crisis financiera ya devino (por medio de la recesión) en crisis estructural, y rápidamente se dirige hacia la crisis social (el emergente de los despidos laborales) de mano de la desocupación que empieza a extenderse a escala planetaria.

Así como las potencias centrales (con EEUU y la UE a la cabeza) son las grandes exportadoras de crisis mundial, los bancos y empresas transnacionales imperiales son los grandes exportadores de desocupación masiva a escala global.

En ese escenario, bancos y corporaciones trasnacionales que concentran la mayoría de la mano laboral ocupadada son los principales generadores del colapso financiero recesivo con crisis social que ya se expande por todos los países de America Latina.

Números en rojo

En un informe publicado el miércoles el FMI pronosticó que los bancos en América Latina sufrirán pérdidas "significativas", al tiempo que la crisis se agrava con una contracción mundial de entre un 0,5 y un 1% este año, y se mantiene la restricción del crédito.

La entidad redujo sus previsiones de crecimiento por la interacción explosiva entre un sector financiero envuelto en la incertidumbre y una economía real en la que la confianza, el comercio y la producción se han derrumbado.

Según los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), EEUU se encogerá un 2,6 por ciento este año, la zona euro un 3,2 por ciento y Japón, que es el más perjudicado por el derrumbe del comercio mundial, un 5,8 por ciento.

Auguró también, una desaceleración "drástica" en Brasil y una recesión en México, según los estudios económicos que el Fondo preparó para la reunión ministerial del Grupo de los Veinte (G-20) del pasado fin de semana en Londres y que divulgó hoy.

La institución financiera emitió una llamada de atención en especial sobre el sistema bancario en América Latina, que hasta ahora había sobrellevado bien la crisis al no poseer los activos "tóxicos" que han dañado los balances de los de sus colegas de las naciones ricas.

La entidad constató el empeoramiento de sus cuentas y dijo que es sólo el principio. "Se espera que el deterioro adicional del crédito genere pérdidas significativas en el futuro para los bancos latinoamericanos", pronosticó.

El FMI urgió a las entidades extranjeras que tienen filiales en América Latina que detengan la repatriación de capitales, una medida que, a su juicio, es "clave" para mantener el crédito en la región.

Una de las prioridades de Brasil, de cara al G-20, es que se pare la sangría de dinero que sale de la región, indicó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tras una reunión con su par estadounidense, Barack Obama, el pasado fin de semana.

Golpeada por la crisis global, América Latina habría entrado en una fase de recesión en octubre pasado y su economía está en declive y sin perspectivas de recuperación a corto plazo, señaló un estudio de institutos de Brasil y Alemania divulgados a fines de febrero.

El Índice del Clima Económico (ICE) de la región cayó de 3.4 a 2.9 puntos entre octubre y enero, el menor nivel de la serie iniciada en 1990, dijo la Fundación Getulio Vargas (FGV), que elabora el indicador junto con el instituto alemán Ifo.

El ICE se redujo entre octubre y enero en nueve de las 11 principales economías de la región estudiadas, mientras se estabilizó en niveles bajos históricos en Bolivia (3 puntos) y México, con 2.3 puntos siendo el menor de la serie.

"A excepción de Perú y Uruguay, las economías de otros países de la región estarían en enero del 2009, en períodos caracterizados como recesivos, según los criterios de la encuesta", señaló el estudio.

A su vez, el Índice de Expectativas (IE) "registró un nuevo récord histórico negativo bajando de 2.5 a 2.3 puntos", indicó.

La tendencia recesiva llegó a América Latina y, según la representación gráfica de los diversos índices, la región "habría entrado en una fase de recesión desde el pasado mes de octubre",durante el último trimestre del año pasado,señaló el estudio

"En enero de 2009, la economía de América Latina se encuentra en fase de declive, sin mostrar, al menos en los resultados agregados para la región, las perspectivas de una recuperación significativa en el corto plazo", indicó.

Para los próximos meses, según el Índice de Expectativas, la situación sigue siendo desfavorable y el IE de la región "refleja un mayor grado de pesimismo que la media mundial", añadió.

Una investigación del banco Morgan Stanley indicó, en el mes de febrero, que América Latina tendrá en 2009 un "crecimiento negativo" del producto bruto interno: será de 0,4% en 2009, el peor desde 1983.

"Nuestra revisión del crecimiento dinámico de la región obedece a que el principal vector de crecimiento fueron una serie de factores externos", añade, señalando que el crecimiento fue "favorecido por condiciones financieras y crediticias, la demanda global y los precios en alza de productos primarios (agrícolas y minerales)".

La entidad financiera de Wall Street alerta sobre que llegan a su fin los "cinco años de abundancia y crecimiento por arriba de la media (en América Latina)".

Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) previó en enero una fuerte recesión en Latinoamérica en 2009, con bajas en las recaudaciones y aumento del desempleo, ante lo cual el organismo reorientará US$ 6 mil millones para financiar los sectores productivos.

“Latinoamérica enfrentará una crisis muy distinta a las del pasado (...) Nos enfrentamos a un período de estancamiento en el crecimiento global, al menos todo 2009 y posible primer trimestre de 2010”, explicó en una reunión en Santo Domingo, Santiago Levy, Vicepresidente del BID.

Según el responsable, en este período el empleo “estará prácticamente parado”, con un consecuente incremento de la ocupación informal.

Las tres principales economías en riesgo


Las tres primeras economías del continente, Brasil, México y Argentina ya presentan -según los números oficiales- señales inequívocas de un contagio de la crisis financiera global en sus principales índices y variables económicas.

En México, Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), por primera vez, acepta que el panorama económico del país se complica cada vez más y sentencia que para el próximo año la economía cerrará en cero.

Héctor Rangel Domene, presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEEESP), indicó que la crisis económica en el país será profunda y va a tener impactos severos.

Explica que la incertidumbre que se ha vivido en los últimos meses se ha transmitido a la economía real mexicana.

Luis Foncerrada, director del CEESP, acepta que la economía mexicana podría presentar cifras negativas en el PIB, "dependiendo de la profundidad de la recesión en el vecino del norte".

Según José Augusto de Castro, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior, Brasil volvió a obtener superávit comercial en febrero, pero a costa de una caída de 24 por ciento en las importaciones respecto de enero, por una fuerte retracción de la actividad industrial que puede provocar recesión económica.

Se redujeron sobre todo las importaciones de materias primas y bienes intermedios en sectores cuya producción depende de componentes extranjeros, tanto para el mercado interno como para las exportaciones, observó el vicepresidente de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior.

De hecho, las exportaciones brasileñas de febrero fueron 25 por ciento menores que las de febrero del año pasado. El superávit de comercial de 1.767 millones de dólares se debió a una caída mayor de las importaciones, de 34,5 por ciento, respecto del mismo período.

Esa tendencia se debe en parte a la depreciación de la moneda nacional frente al dólar desde agosto, pero especialmente a la "caída del nivel de actividad del mercado interno", señaló De Castro a la agencia IPS.

La crisis financiera mundial golpeó a este país sudamericano a partir de octubre, primero por una brusca escasez de crédito y luego por el impacto en las exportaciones. Cayeron los precios de las materias primas que Brasil exporta, y poderosos sectores industriales, como la metalurgia, sufrieron a la vez baja de precios y de cantidades vendidas.

Argentina, cuyo producto interno bruto creció cerca de ocho por ciento al año desde 2003, vive ahora un riesgo mayor que el brasileño de entrar en recesión, lo que afecta la popularidad del gobierno de los Kirchner y preanuncia -de la mano del conflicto del campo- revueltas sociales y sindicales..

El aumento del desempleo, como también también sucede en Brasil, representa una amenaza contra la gobernabilidad política más seria, pues abre la posibilidad de turbulencias sociales y de agravamiento de la crisis económica.

En la economía argentina, la tercera latinoamericana detrás de Brasil y México, en enero, la producción de acero cayó 32% respecto del mismo mes de 2008 y 47% la de hierro. La de cemento, 12,8% en febrero. En autos, el desplome es todavía mayor: 55,7% el mes pasado. La capacidad ociosa en la industria metalúrgica llega ahora al 45%. Se calcula que las ventas de equipos de aire acondicionado bajaron 30%, lo cual implica acumulación de stocks y menor producción futura, algo parecido a lo que ocurre con televisores y línea blanca.

Según estimaciones privadas, este año las exportaciones caerían entre US$ 10.000 y US$ 13.000 millones, que generaría menores ingresos a la economía, menor oferta de divisas y mayor dependencia de las ventas del sector agropecuario, apretadas por el bajón de la cosecha y el derrumbe de los precios internacionales.

La tonelada de carne de primerísima calidad que la Argentina vende en Europa bajó de US$ 18.000 a US$ 12.000, casi 40%.

Sea porque se quiere sostener el superávit comercial, proteger a algunos sectores, frenar la demanda de divisas, o todo a la vez, lo cierto es que se están pisando las importaciones. Igual, ya venían en baja por la retracción económica

En este escenario, de la mano de las corporaciones trasnacionales, sobre todo del sector automotriz, en el mercado laboral argentino ya se percibe el impacto de la crisis recesiva, bajo la forma de suspensiones, achicamiento de la jornada de trabajo y pérdida de ingresos.

El fantasma de los estallidos sociales


"Uno a uno se están apagando los motores del crecimiento", agregó dramáticamente la secretaria ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, quien sinceró que el promedio de crecimiento en América Latina podría ser nulo en 2009, si se dan los peores escenarios.

En el sector externo, la creciente debilidad de los mercados europeos, norteamericano y chino presionará además a la baja las exportaciones, que en 2008 sumaron US$920.000 millones , la mayor cifra de la historia.

"Esta desaceleración ya comenzó a observarse en el segundo semestre de este año y proyectamos menores volúmenes y precios para 2009", señaló por su parte el director de la División de Desarrollo Económico de CEPAL, Osvaldo Kacef.

La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, advirtió que "el año entrante yo creo que va a ser un año crucial. Y creo que lo que más debería preocuparnos es el incremento de la informalidad (trabajo y empleo en negro). Eso sí es un gran tema que a nosotros nos interesa mucho abordarlo".

El tema de la informalidad, explicó la titular de la CEPAL, afecta a "todos aquellos que viven en un ambiente en el que ya no creen en nada, básicamente".

Según el Panorama Social 2008 de América Latina y el Caribe de la CEPAL la pobreza alcanza a un 34.1 por ciento de la población regional y de ese porcentaje los que viven en la extrema pobreza o indigencia representan 12.6 por ciento.

Eso significa que, de acuerdo a las últimas cifras disponibles, correspondientes al año 2007, la región tiene 184 millones de pobres, incluidos 68 millones de indigentes.

A pesar de que las cifras constatan una disminución de la pobreza, que llega a los 14 puntos porcentuales desde 1990, las perspectivas para 2009 resultan inquietantes, según la evaluación de la CEPAL.

"El impacto de la crisis financiera internacional hace prever una desaceleración del crecimiento en la región, lo que a su vez implicaría un comportamiento aún menos favorable de la situación de pobreza el próximo año", indicó el Panorama Social 2008.

La principal preocupación, según un comunicado especial aprobado en noviembre en San Salvador por los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), son los "potenciales efectos sobre el sector real de la economía" y sobre la "estabilidad política y social de la región".

En este panorama, lo que más preocupa es un aumento de la economía informal (en "negro"), y se teme también que el desempleo exacerbe la violencia juvenil y familiar, dijo la semana pasada la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

La respuesta inmediata a la marginación social y el desempleo son las huelgas y los estallidos sociales (como reacción inmediata a la desocupación en masa) que pueden conmocionar los pilares del control institucional y político de los Estados capitalistas de la región.

Un estudio realizado por Economist Intelligence Unit (EIU) difundido el viernes analiza la vulnerabilidad de los países de América Latina a sufrir lo que describe como "episodios que supongan una seria amenaza para las autoridades locales, acompañados de desórdenes públicos o enfrentamientos civiles".

De acuerdo con el estudio, Venezuela, Argentina, Panamá, Colombia y Perú están ubicados en la categoría de países con alto riesgo de desestabilización, al combinar indicadores sociales como "la desigualdad, la corrupción o la falta de confianza en las instituciones" con una creciente injerencia de la recesión económica mundial.

Citado por la cadena BBC, el director de análisis de la EIU, Alasdair Ross, señaló que en los próximos dos años "algunas personas estarán en graves apuros económicos y el hecho de observar a sus gobiernos incapaces de estabilizar la economía generará una situación de descontento y motivará protestas, algunas de ellas violentas".

De los 165 países analizados por el estudio de Economist Intelligence Unit , 27 son de muy alto riesgo, 68 de alto riesgo, 53 corren un riesgo moderado y tan sólo 17 tienen pocas posibilidades de padecer inestabilidad política y social a causa del contagio de la crisis financiera recesiva global.

No se puede establecer una previsión exacta país por país, pero "en los próximos dos años habrá protestas sociales muy violentas, similares a las que ya se han producido en Grecia, o anteriormente en países como Argentina o Venezuela", señala el informe. Fuente: IAR

Chávez aumenta el salario mínimo 20%. Actualmente es de 372 dólares


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El gobierno de Venezuela aumentará el salario mínimo nacional en 20%, cortó gastos en regalos y fiestas, dio marcha atrás al aumento de la gasolina, reducirá los sueldos excesivos en el sector público, incrementará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y triplicará su endeudamiento, para paliar los efectos de la caída en el ingreso petrolero. La crisis capitalista no va a echar abajo la revolución bolivariana, ni siquiera cayendo el precio del petróleo a "cero" dijo Chávez. No se puede perder de vista que acaba de recuperar todos los Puertos y Aeropuertos para el pueblo bolivariano. También se nacionaliza el Banco de Venezuela, porpiedad del Banco Santander de España.

En cadena de radio y televisión, el presidente Hugo Chávez anunció también un incremento del 20% en el salario mínimo nacional, a aplicarse en dos partes, en mayo y septiembre. El mandatario indicó que las medidas buscan proteger los avances logrados durante su gobierno del impacto de la recesión mundial.

Descartó devaluar la moneda, que tiene seis años a la tasa fija de 2,15 bolívares por dólar, así como subir el precio de la gasolina, como él mismo había insinuado hace una semana. "Aún cuando, como se sabe, la gasolina venezolana es la más barata del mundo, no es momento para revisar (su precio)", señaló el mandatario.

Petróleo y ejemplo

La subida de los precios del combustible suele tener efectos significativos en la calle. En 1989 fue la mecha que encendió las manifestaciones y saqueos conocidos como el "Caracazo" o el "Sacudón", que dejaron decenas de muertos.

En cuanto al IVA, Chávez declaró que "así como cuando teníamos altos ingresos petroleros decidimos reducir el IVA de 15 a 9 puntos, ahora hemos decidido incrementarlo, pero de una manera prudente, apenas 3 puntos". Además, pidió a la Asamblea Nacional que regule los sueldos de la administración pública y anunció el recorte de los "gastos suntuarios" en la administración pública, tales como excesiva publicidad, actualización de plataformas tecnológicas, fiestas y regalos.

A los miembros de los otros poderes públicos les pidió que dieran un ejemplo de austeridad, reevaluando tanto sus propios sueldos, como el número de asesores y personal contratado en condiciones excepcionales.

Pronóstico

En cualquier circunstancia, pronosticó que el país saldrá airoso de la coyuntura. "Nadie pidió que esta crisis viniera. La crisis capitalista no va a echar abajo la revolución bolivariana. Más bien la va a fortalecer. Los que están sacando cuentas por ahí, que si se acabó Chávez, están bien equivocados, compadre", dijo el presidente venezolano.

Semanas de especulaciones precedieron los anuncios de este sábado, que analistas consideraban inevitables, a pesar de que portavoces gubernamentales insistían en que la crisis mundial no afectaría al país. Este sábado, el presidente insistió en que si el barril de petróleo baja a "cero dólares", el país no sucumbiría económicamente.

La realidad de 2009 es que el precio del crudo venezolano gira en torno de US$ 40, unos US$ 20 más barato que lo que el gobierno esperaba para este año.

OPEP

En su más reciente reunión, Venezuela le planteó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, que aprobara un recorte en las cuotas de producción, para apuntalar los precios. Una vez que la propuesta fue derrotada, el presidente Chávez le puso fecha a las tan esperadas medidas.

El líquido negro constituye la principal fuente de ingresos del Estado venezolano: más del 90% de lo ingresa por concepto de exportaciones fue extraído del subsuelo. Analistas económicos coincidieron en señalar que las medidas no van al problema de fondo, y que responden al mismo modelo que ya fue ensayado en 2002-2003, cuando el paro petrolero ocasionó una fuerte caída en las ventas de crudo.

"El presidente reafirma su proyecto de manejo de la economía mediante la ausencia de medidas que signifiquen un impacto de corto plazo sobre la población y de postergar las medidas de ajuste fiscal hasta que sea absolutamente necesario", le dijo a BBC el profesor de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA, Richard Obuchi.

"No hay un cambio sustancial de política ni de orientación", opinó el especialista, pero eso no significa que no la haya en el futuro.

"Margen de maniobra"

Es lo que el presidente Chávez llamó el "margen de maniobra", y al que especialistas consideran que tendrá que recurrir más tarde o más temprano. Si los ingresos no son suficientes va a tener que adoptar medidas muchas mas severas de restricción del gasto o aumentar los ingresos

En cuanto al aumento del salario mínimo, expertos (capitalistas y contrarevolucionarios) resaltaron que se espera que la inflación para este año supere el 30%, con lo que el incremento "se quedará corto". Horas antes, en otra alocución televisada, el presidente Hugo Chávez informó de la toma de los puertos y aeropuertos del país por parte de las autoridades nacionales.

Puertos

Estas infraestructuras se encontraban bajo el control de los gobernadores regionales, a quienes la Constitución les había entregado su administración en forma exclusiva. Pero una reforma legal sancionada la semana pasada por la Asamblea Nacional le permite al Ejecutivo central "revertir" la competencia. Chávez ha dicho que los puertos y aeropuertos tienen una importancia estratégica para la seguridad nacional, por lo que no pueden estar en manos de gobernadores que se comportan como "caudillitos". Así se refiere a los mandatarios de oposición, que en las elecciones de noviembre del año pasado conquistaron importantes espacios en algunas de las entidades con mayor proyección política y que en el 2001 fueron golpístas.

"La reversión forma parte del plan de reunificación nacional para fortalecernos y desarrollar la nación, porque el país estaba fracturado, producto del plan de destrucción de la nación que desarrollan esos políticos", señaló Chávez este sábado. El mandatario anunció la creación de corporaciones nacionales de puertos y aeropuertos, que elaborarán planes de inversión.