11 ago 2009

La subordinación de las fuerzas armadas de América Latina al Comando Sur


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La estrategia del control militar actúa como el sustento clave
de la dominación económica, política y social de EEUU en América Latina. En consecuencia, cualquier investigación objetiva (y realista) sobre el proceso de desarrollo de la actividad militar y de los aparatos de seguridad de América Latina arroja invariablemente la siguiente confirmación: Los ejércitos, las policías y los servicios de inteligencia de los países regionales (salvo Cuba) mantienen (en diversos grados de desarrollo) relaciones de cooperación militar, entrenamiento, provisión de armas y de tecnología con el Comando Sur de EEUU. De estos programas de inserción a la estrategia militar de EEUU, no están exentos -paradojalmente- los propios países que hoy (por derecha y por izquierda) critican y rechazan la instalación de nuevas bases militares de EEUU en Colombia.

Foto superior: Defensa de EEUU, Douglas Fraser con su par de Colombia Freddy Padilla, en Cartagena.

informe especial


Es más, ninguna fuerza armada regional (salvo Cuba) mantiene una posición independiente ni sustenta una hipótesis de conflicto alternativa al decálogo militar y doctrinario de Washington en América Latina.

La estrategia de control económico, político y social de América Latina, se cierra con la estructura operativa del control militar en la cual se insertan -a modo de satélites- los gobiernos, las fuerzas armadas y las policías de toda la región que operan bajo la acción coordinada de los planes de EEUU para América Latina.

En este escenario estratégico, el Comando Sur de EEUU (USSOUTHCOM), el ensamblador operativo de la estrategia militar, incluye en su "área de responsabilidad" a 32 naciones: 19 en América Central y América del Sur, y 13 en el Caribe.

Operativamente, el Comando Sur se divide en cuatro regiones: Centroamérica, Caribe, Sistema Andino y Cono Sur.

En 1997, el área de responsabilidad del Comando Sur se expandió para incluir “el Mar Caribe, el Golfo de México, y una porción del Océano Atlántico”, que previamente había sido responsabilidad del Comando Atlántico.

En 2008, la estructura operativa del Comando Sur se complementó con el relanzamiento de la Cuarta Flota de guerra, con radio de acción en los océanos Pacífico y Atlántico y en las aguas territoriales de América Latina.

El Comando Sur de EEUU en América Latina se autodefine como un "comando de modelo unificado" cuya reestructuración y expansión de su arquitectura estratégica "nos permitirá continuar con la Guerra Contra el Terrorismo de una manera más efectiva".

Las estrategias operativas del Comando Sur se orientan en primer término al control militar-estratégico de las fuentes de recursos naturales vitales para la supervivencia futura de EEUU: Reservas energéticas, agua, y riquezas de biodiversidad.

Bajo el marco doctrinario de la "defensa de la seguridad regional" amenazada por el "terrorismo", el "narcotráfico", y el "crimen organizado", el Comando Sur realiza la unificación y coordinación de los ejércitos regionales mediante acuerdos de cooperación militar, que incluyen provisión de entrenamiento, de armas y de tecnología militar.

El 21 de julio del 2004, el General Bantz J. Craddock, entonces jefe del Comando Sur declaró ante el Comité del Senado para Servicios Armados, que su prioridad principal sería “continuar con la Guerra en Contra del Terrorismo en el Área de Responsabilidad de Comando Sur”.

Bajo estas consignas, el Comando Sur a través de su Estrategia de Seguridad y Cooperación (Theater Security Cooperation Strategy) integró a todos los gobiernos y fuerzas armadas de la región a su diseño de estrategia continental orientada a preservar la "seguridad" y la "gobernabilidad democrática" de la región.


La nueva hipótesis de conflicto

Todos los ejércitos y policías locales, sin excepción (salvo Cuba), se alinean actualmente en las tres hipótesis de conflicto diseñadas por el Comando Sur para toda la región: Guerra contra el "terrorismo", guerra contra las drogas, y guerra contra el "crimen organizado".

Ya desaparecido el "peligro rojo" con la URSS, y con un creciente proceso de conflictos sociales en varios países del área, la estrategia militar de Washington busca nivelar a las inteligencias militares y policiales regionales en la nueva hipótesis de conflicto global: la "guerra contraterrorista" que sustituye en el tiempo a la "guerra antisubversiva aplicada por las dictaduras militares de la década del setenta.

Con la desaparición de la guerra por áreas de influencia con la URSS, las viejas consignas "anticomunistas" de las dictaduras militares formadas en la Escuela de las Américas fueron sustituídas gradualmente por las banderas de la lucha contra el terrorismo, las drogas y el crimen organizado con las que hoy EEUU justifica su injerencia intervencionista en la región latinoamericana.

Las nuevas hipótesis de conflicto regional y las coordenadas de control militar-estratégico se trazan a partir de la estrategia global de la "guerra contra el terrorismo", que reemplaza en la lógica doctrinaria imperial a la "guerra contra el comunismo" de la década del setenta y de la era reaganiana en Latinoamérica.

De la misma manera que su antecesora, la "guerra antisubversiva", equipó y adiestró a los ejércitos militares dictatoriales latinoamericanos, hoy la "guerra contra el terrorismo" repite el ciclo en un estadio superior y con regímenes "democráticos".

Durante la Guerra Fría, las hipótesis de conflicto y las evaluaciones de la seguridad nacional de los EEUU en el America Latina fueron casi exclusivamente relacionadas con el avance de las organizaciones de la izquierda armada en América.

En 1990 el Comando Sur redefinió su misión de manera que incluyera la defensa en contra de lo que se definió como amenazas "emergentes" y "no tradicionales", principalmente el tráfico de drogas.

A partir del Acta de Autorización de Defensa de 1990,el Departamento de Defensa estadounidense (Pentágono) comenzó a desarrollar una nueva estrategia de control militar en América Latina.

A partir de la gestión de la administración Clinton, el Pentágono comenzó a justificar una nueva escalada militar en la región argumentada en programas de guerra contrainsurgente contra la "narcoguerrilla".

En 1999, último año del que se dispone de datos oficiales, EEUU entrenó a unos trece mil militares y policías latinoamericanos. Por lo menos dos tercios de esa cifra fueron formados y entrenados en sus propios países por equipos móviles y oficiales de las fuerzas especiales de EEUU, que operaban bajo los programas de las Fuerzas Especiales para Entrenamiento Antidrogas y despliegues de Intercambio Conjunto Combinado para la lucha contra los narcóticos.

En el 2002, durante la gestión de Bush, el Congreso de EEUU aprobó una "expansión de la misión” para las operaciones del Comando Sur, y la ayuda militar regional y el entrenamiento que anteriormente estaba limitado a la lucha "antinarcóticos", comenzó a ser canalizada masivamente para la "guerra contra el terrorismo".

En marzo de 2005, el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, visitó América Latina para imponer acuerdos concretos contenidos en la nueva estrategia de guerra contraterrorista global que Washington y el Pentágono ya tenia diseñada para la región, tal cual como fue expuesta en el Congreso estadounidense por el jefe de la CIA, Porter Goss, y el entonces comandante del Comando Sur de EEUU, general Bantz Craddock.

Operativamente, la "guerra contraterrorista" busca alinear -mediante acuerdos de cooperación militar, tratados, entrenamiento y operaciones conjuntas- a los servicios de inteligencia, policías y ejércitos regionales en un plan estratégico de "combate contra el terrorismo", cuyo eje organizador y operativo se centraliza en el Comando Sur de Estados Unidos.

Así como los preceptos doctrinarios de la "doctrina de seguridad nacional" de la decada del setenta identificaron al "subversivo" como el principal enemigo de la "libertad" y el "orden", la nueva doctrina sitúa al "narco-terrorista" como la fuente del "caos" y la "violencia" que amenazan por igual a toda la región.

Detrás del "narco-terrorista" se agazapan el negocio de las drogas, la prostitución, las mafias y las armas, pero, básicamente en sus entrañas acechan los viejos fantasmas del "caos" y de la "violencia", cuyo enganche con los conflictos sociales sintetiza el flamante objetivo neo-represor de la "guerra contraterrorista" adoptada por todos los gobiernos latinoamericanos (salvo Cuba).

Entrenamiento y formación doctrinaria

Presidente de facto Roberto Micheletti, con el general Romeo Vázquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras.

De esta manera, y a partir de la administración Bush, se produjo la nueva inserción operativa nivelada de las fuerzas armadas, las policías y los servicios de inteligencia regionales en la estrategia de "guerra contra el terrorismo", combate contra el "narcotráfico" y el "crimen organizado", de acuerdo con planes operativos e hipótesis de conflicto elaborados por el Comando Sur (Pentágono) y la CIA (inteligencia exterior USA), instrumentados mediante convenios militares y económicos de los gobiernos con Washington.

Sobre la base de esta nueva hipótesis de conflicto regional, todos los ejércitos y policías regionales participan (desigual y combinadamente) de ejercicios militares periódicos con las fuerzas del Comando Sur, y sus oficiales, tanto de nivel intermedio como de estado mayor, son entrenados por expertos militares y de inteligencia de EEUU.

De acuerdo con informes del Comando Sur, oficiales latinoamericanos (tanto militares, como de seguridad e inteligencia, desarrollan cursos de "especialización" en más de 100 instituciones militares y de inteligencia de EEUU.

El Comando Sur estadounidense provee entrenamiento, en EEUU y en los países de de origen, a oficiales de 32 naciones a lo largo de la región latinoamericana. En el periodo de 1999-2003, oficiales de las fuerzas especiales de EEUU entrenaron a 72,495 miembros de las fuerzas armadas latinoamericanas y del Caribe, según informes oficiales. El número de entrenados saltó de 13,785 en 1999 a 22,831 en 2003.

Según informes del Programa de Formación y Entrenamiento Militar Internacional elaborado por el Comando Sur, solamente en el año 2002, de estos cursos de formación participaron 2.684 oficiales latinoamericanos.

La región latinoamericana y la caribeña conforman aproximadamente el 40% de las fuerzas regionales militares y policiales entrenadas por los EEUU, según informes del Comando Sur.

Colombia es el país con más entrenados (12,947 en el 2003). El otro país que posee más de mil entrenados es Bolivia (2,045). A lo largo del contienente latinoamericano, el Comando Sur USA entrena tropas especiales y policía, incluso en las naciones más pequeñas como la República Dominicana y Antigua.

También México es parte del programa de entrenamiento, las naciones de América Central, (incluyendo Belice), y todas las naciones sudamericanas, excepto la Guyana Francesa.

Aunque las leyes de EEUU prohíben el entrenamiento de tropas extranjeras, el Pentágono no da informes detallados al Congreso acerca de dónde son entrenadas las tropas o qué unidades extranjeras están recibiendo formación.

El objetivo principal de estos cursos de especialización se orienta a "desnacionalizar" ideológicamente a los militares de los países del continente, y a formarlos bajo presupuestos operativos y doctrinarios funcionales a los planes USA de control militar estratégico de América Latina.

De la misma manera que el jefe de estado mayor de Honduras, el general golpista Romeo Vázquez, la mayoría de los oficiales superiores que acceden al comando de las fuerzas armadas regionales han sido formados en la Escuela de las Américas, hoy rebautizada como Instituto del Hemisferio Occidental de Cooperación para la Seguridad.

Atento a estos convenios de "cooperación militar" (en la lucha contra el narcoterrorismo y el crimen organizado) , el Comando Sur, la CIA, el FBI, la DEA, y otras agencias USA, mantienen delegaciones en las fuerzas armadas, policías y servicios de inteligencia de todos los países (salvo Cuba, parcialmente Venezuela).

Desde estos emplazamientos dentro de los estados mayores de las fuerzas regionales, la agencia nacional de inteligencia militar (Pentágono), la CIA, el FBI, la DEA, monitorean toda la actividad militar, policial y de inteligencia de los países alineados en las políticas de "cooperación militar" con Washington.

A esto se agrega el entrenamiento mediante diez o doce ejercicios militares multilaterales anuales, intercambios regulares y cursos para oficiales de estado mayor ofrecidos en un nuevo Centro de Estudios para la Defensa Hemisférica en Washington.

Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa norteamericano durante la Administración Bush.

Ejercicios conjuntos

El Comando Sur tiene una categoría para todas sus operaciones que se llama “Cooperación para la Seguridad”, cuyas actividades apuntan a “expandir la influencia de los EEUU, asegurar amigos, y disuadir a los adversarios políticos”.

Estas operaciones de seguridad van desde ejercicios militares conjuntos, a ayuda para desastres y programas de acción cívica. Unas veinte naciones participan, por ejemplo, en los ejercicios anuales denominados “Fuerzas Aliadas Humanitarias”, que instruyen a las fuerzas armadas locales como responder en caso de desastres.

En 2003, los ejercicios incluyeron 31 proyectos de ingeniería y 70 despliegues de tropas en la región. Los ejercicios militares conjuntos incluyen muchas operaciones navales, con sede en Uruguay y Perú.

El Comando Sur también patrocina algunos entrenamientos anuales y ejercicios conjuntos en conservación de la paz, encaminados a “fortalecer las habilidades de conservación de la paz, la cooperación y capacidades” de las fuerzas militares de la región.

Además, y encuadrado dentro de la nueva estrategia de "seguridad regional", el Comando Sur expandió su programa de Asistencia Humanitaria y Cívica, en el cual escuadrones de EEUU construyen infraestructura o proporcionan asistencia médica (98 de estos proyectos tuvieron lugar en países latinoamericanos en el año 2000).

En un reporte conjunto elaborado por el Centro para la Política Internacional, el American Working Group, y la Washington Office on Latin América, se advierte que los programas de Ayuda Cívica y Humanitaria transmiten un mensaje inapropiado que dice: "aliándose a los militares es la mejor forma de hacer las cosas en tu comunidad”.

En este marco, los nuevos Emplazamientos Operativos Avanzados (léase bases militares extendidas por toda América Latina), ofrecen renovadas posibilidades de contacto, al igual que una expansión de los seminarios, conferencias y otras actividades de Interacción Militar financiadas con presupuestos del Comando Sur.

De estos programas de inserción a la estrategia militar de EEUU, no están exentos -paradojalmente- los propios países que hoy (por derecha y por izquierda) critican y rechazan la instalación de nuevas bases militares de EEUU en Colombia.

Países con gobiernos de izquierda o de derecha, desde Centroamérica, el Caribe, el Sistema Andino hasta el Cono Sur, albergan bases militares, mantienen sus fuerzas armadas alineadas en la "guerra contra el terrorismo", sustentan convenios de entrenamiento militar y participan de operaciones conjuntas con el Comando Sur de EEUU.

Nicaragua, cuyo presidente es Daniel Ortega, uno de los más firmes denunciantes y acusadores del gobierno de Uribe por la instalación de las bases militares de EEUU, fue sede, en junio de 2008, de ejercicios auspiciados por el Comando Sur de Estados Unidos y el Ejército de este país centroamericano con la participación de más de 500 militares de 22 países (de los 34) de América Latina

Al final de los ejercicios, el entonces jefe del Comando Sur, almirante James Stavridis, destacó el trabajo conjunto realizado por el Ejército y la Policía de Nicaragua "por sus excelentes esfuerzos en el combate al narcoterrorismo".

Continuará

Próximo informe: Las bases militares y el rol de los países en la estrategia militar del Comando Sur

IAR






La Cia podría estar infiltrada en grupos anárquicos venezolanos


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"Hay aquí (en Venezuela) unos grupitos que quieren ser más papistas que el Papa pero le hacen daño a la revolución", indicó Chávez al reiterar su rechazo a acciones como las de la dirigente Lina Ron el pasado lunes en contra del canal Globovisión, de marcado corte opositor.


El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA, en inglés) podría estar infiltrada en algunos grupos anárquicos venezolanos.

"No sería raro" que la CIA esté detrás de estos grupos y se escude en ellos para justificar agresiones y acusaciones contra su gobierno, subrayó Chávez durante su habitual Aló, Presidente en Turmerito, municipio Libertador del distrito capital.

"Hay aquí (en Venezuela) unos grupitos que quieren ser más papistas que el Papa pero le hacen daño a la revolución", indicó Chávez al reiterar su rechazo a acciones como las de la dirigente Lina Ron el pasado lunes en contra del canal Globovisión, de marcado corte opositor.

"Se demostró que unos grupos llamados de extrema izquierda en Chile y que actuaban de manera anárquica, parecida a estos donde anda Lina Ron, fueron financiados por la CIA. Eso se supo años después", explicó Chávez.

Advirtió que ellos estarían usando a Lina Ron y "ella no se da cuenta" por lo que le da motivos a quienes atacan a la revolución bolivariana.

"Eso viaja por el mundo y acusan a Chávez, no es a Lina Ron a quien acusan", puntualizó.

Señaló que Ron, dirigente de la Unión Popular Venezolana, tiene que estar presa por violar la ley, mientras recalcó que acciones como esas no pueden ser toleradas ni deben ser repetidas por nadie.

"Yo lamento mucho que esté presa (Lina Ron), me duele, pero tiene que estarlo. ¿Cómo se le ocurre irse con un grupo de gente a lanzar gas lacrimógeno en un canal de televisión (...) Esta es una revolución pacífica y democrática que tiene que actuar en el marco de la ley."

Hechos como esos le dan oxígeno al canal Globovisión, remarcó Chávez.

Prensa Latina

Kristina y Chávez firmaron decenas de acuerdos


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Firmados 22 acuerdos en comercio, alimentos, industria, textiles, fármacos, biotecnología, automotriz, entre otros. Conformación de empresas mixtas con transferencia tecnológica a Venezuela. Creada Comisión de Alto Nivel. Venezuela conforma con Argentina un nuevo eje. Argentina logra la exportación de arroz de su historia

Los presidentes de Argentina y Venezuela, Cristina Fernández y Hugo Chávez, respectivamente, firmaron este martes, en Caracas, el llamado Acuerdo Bicentenario con el cual se promoverá el incremento del intercambio económico y comercial, entre los sectores públicos y privados de ambas naciones, para generar la constitución de empresas mixtas sobre la base de la cooperación y transferencia de tecnología, que fue calificado por los mandatarios como un paso importante para la integración energética y alimentaria de la América Latina.

En el Salón de Gobernadores del Palacio Blanco, en Miraflores, los Jefes de Estado, dentro del III Tercer Encuentro Trimestral presidencial, encabezaron la firma de 22 acuerdos de cooperación en materias de comercio, alimentos, industria, textiles, fármacos, biotecnología, automotriz, entre otros, con transferencia tecnológica a Venezuela, con empresas públicas y privadas de Argentina.

Según informó la Presidenta Cristina, estos acuerdos permitirán la importación de vehículos automotores a Venezuela, carne bovina y constitución de empresas mixtas en un proceso de integración comercial, económica y política sin precedentes.

Igualmente, crearon la Comisión de Alto Nivel, a cargo de los cancilleres de ambos países, que serán responsables de hacer seguimiento permanente para que estos acuerdos se concreten, por lo cual se reunirán cada tres meses y con una o dos semanas de anticipación al encuentro presidencial correspondiente.

"En la demora está el peligro...", dijo el presidente venezolano, parafraseando al prócer ecuatoriano Eloy Alfaro. "No debemos dejar que la burocracia se interponga", exhortó.

Tomando referencias históricas de Bolívar, quien ya había propuesto hace 200 años la integración de las entonces nacientes repúblicas liberadas del imperio español, para conformar lo que llamó entonces el "Pacto Americano"; el presidente Chávez lo relanzó como "Pacto Suramericano", ante la degeneración del término "americano", apropiado por el actual imperio estadounidense. Igualmente, retomó el pensamiento del general y ex-presidente argentino, Domingo Perón, sobre la defensa de los recursos naturales de la América ante la voracidad del capitalismo, y su célebre frase "El siglo 21 nos encontrará unidos o dominados".

"Ahora es preciso que sin pérdida de tiempo nos unamos férreamente para llevarnos de una vez a construir la Patria Grande, que la historia nos está demandando desde hace casi 2 siglos", leyó a Perón, agregando que los países suramericanos deben dejar de ser factoría del imperialismo.

Venezuela ahora está en un nuevo eje con el sur:

Recordó que en el pasado neoliberal, Venezuela era el punto sur de un eje cuyo primer extremo era Washington. "Éramos una factoría. Ahora Venezuela es el punto norte de otro eje: el de la dignidad...nuestra propia esencia (...) El punto sur de ese eje es Buenos Aires. Es el eje de la integración de Bolívar y Martí".

Reiteró que la crisis capitalista mundial ha hecho que el imperialismo vuelva a intentar los golpes de Estado, como el ejecutado en Honduras, y las bases militares, como las 7 en Colombia, para insistir sobre el modelo capitalista fracasado que tanto ha impactado negativamente a todo el continente americano, y con el propósito de apoderarse del oro negro (petróleo y energía), el oro azul (el agua del Amazonas) y el oro verde (los alimentos y las tierras del sur continental)

Reconoció la firmeza del gobierno argentino en contra del Golpe en Honduras, y en especial la conducta de su mandataria Cristina Fernández, al acompañar al presidente Constitucional Manuel Zelaya en el intento de regreso que los gorilas impidieron. "Tu valor, en lo personal, que fuiste a Centroamérica a dar la cara y dar la batalla para exigir la restitución de la democracia en Honduras; porque ese golpe es contra todos nosotros: contra UNASUR, la Alianza ALBA, contra nuestros pueblos".

"Debemos levantarnos para querer y luego saber defender nuestros inmensos recursos naturales y con ellos, actuando unidos, impulsar el desarrollo integral de nuestros pueblo y contribuir con los pueblos de otros países más lejanos".

"Lo que hoy hemos hecho es dar un paso importante al Pacto de Bolívar; a la unión que señala Perón".

Argentina logra la exportación de arroz más importante de su historia:

Por su parte, la Jefa de Estado de la República Argentina, Cristina Fernández, calificó el encuentro como un paso importante a la integración.

"Hoy estamos haciendo un aporte a esta historia de integración, de intercambio comercial con transferencia tecnológica, y es una apuesta importante de que los procesos de integración son la clave para la región".

Informó que su país, a través de los empresarios públicos y privados, sin intermediarios, ha formalizado el contrato de exportación de arroz más importante de la historia de los productores de este grano en Argentina. Asimismo la exportación de 80 mil toneladas de carne bovina, a través de las cámaras frigoríficas y la reasignación del cupo automotriz para traer 10 mil vehículos automotores, entre camiones, transporte y modelos sedan, negocio que, dijo, se retomó por cuanto en 2007 ya se había negociado un cupo similar. "No le estamos quitando nada a nadie", acotó.

Dijo que todos los empresarios argentinos que quisieron participar y formar parte de estos procesos de integración, con transferencia tecnológica, lo hicieron con un alto nivel de conciencia y en una "magnifica oportunidad de negocios". "No sólo es un mero intercambio comercial".

"También grúas, la industria metalmecánica, equipos de riego..." enumeró sobre las empresas que se instalan en Venezuela para las fábricas en el sector alimenticio. "Para colaborar con la hermana República Bolivariana de Venezuela en un objetivo que tiene que ser logrado por la región: la soberanía y seguridad alimentaria".

"Ustedes tiene la suerte de tener soberanía y energética, por las mayores reservas de petróleo y gas...En Argentina tenemos la suerte de tener un clima ideal y grandes praderas, para ser una potencia agroindustrial, capaz de generar mucho más en materia alimentaria. La integración y la complementariedad entre ambos países es clave, porque alimentos y energía, son elementos claves en este siglo 21".

Expresó que con la firma de estos acuerdos, que incrementan el balance comercial al equivalentes a 1.100 millones de dólares, define "la ecuación energética-alimentaria de América del Sur y la capacidad de instalar -en este siglo 21- como una de las regiones más importante del planeta".

"Por eso estoy hoy aquí, en Caracas, acompañando a empresas argentinas en este proceso de integración comercial, económica y política".

Honduras: multitudinaria marcha antigolpístas

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Decenas de miles de personas inundaron hoy las dos principales ciudades de Honduras, Tegucigalpa y San Pedro Sula, para demandar el fin del gobierno de facto instaurado con el golpe militar de junio pasado.

En esta capital, miles de personas se concentraron desde temprano en las proximidades de la Casa Presidencial, custodiada por un contingente de tropas del ejército y de la policía antimotines.

La multitud fue creciendo sostenidamente con la llegada de los participantes en la Marcha Nacional de Resistencia Popular, iniciada el pasado día 5 en los departamentos del interior con destino a Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Los primeros en llegar en la mañana procedieron del oriental departamento de El Paraíso, que estuvo sometido hace dos semanas a un largo período de toque de queda permanente.

Al mediodía llegaron los caminantes de los departamentos del sur, Valle y Choluteca, y poco después quienes vinieron desde Olancho, el mayor del país, en la zona nororiental.

Ya en la tarde, arribó al lugar una impresionante columna humana procedente de los departamentos centrales, que partió desde el de Comayagua.

Los caminantes fueron acogidos por una ovación y prolongados aplausos de los manifestantes, en medio de consignas como Adelante, adelante, que la lucha es constante y el pueblo unido, jamás será vencido.

Informes de los dirigentes del Frente Nacional contra el golpe de Estado indican que decenas de miles de personas de los departamentos occidentales, del norte y la región de la costa atlántica se congregaron hoy en San Pedro Sula.

En la caminata de Olancho, encabezada por el sacerdote católico Andrés Tamayo, llegó la primera dama del gobierno del presidente Manuel Zelaya, Xiomara Castro, una hija de ambos, Hortensia, y la madre del estadista, Hortensia Rosales.

El religioso, Xiomara Castro y Hortensia Zelaya, popularmente conocida como La Pichu, ratificaron en encendidos discursos que la lucha proseguirá después del regreso de Zelaya para impulsar la justicia social y una democracia participativa.

Los tres oradores respaldaron la decisión del Frente de lograr una asamblea constituyente que garantice las transformaciones económicas, políticas y sociales de Honduras.

Poco antes, en una conferencia de prensa, el Frente anunció que intensificará sus acciones de resistencia pacífica hasta lograr la derrota del gobierno de facto y por la restitución del estado de derecho.

A media tarde, las dos manifestaciones populares continuaban y dirigentes populares anunciaron que se prolongarán por el resto del día.