19 ene 2010

Terremoto en Haití ¿Manipulación científica?

loultimoenpolitica.blogspot.com

La guerra climática, la guerra biológica o la guerra química, son parte indivisible de la guerra militar para controlar países y poblaciones. Todas a su vez, se sintetizan en la guerra psicológica para controlar y dominar la mente humana con fines del control social sin el uso de las armas (Guerra de Cuarta Generación). Su existencia operativa y sus estrategias de aplicación (exterminios masivos de personas con fines económicos y políticos) tienen origen en los laboratorios militares de las potencias centrales.


Por la red está circulando una teoría inquietante: El terremoto de Haití habría sido manipulado científicamente por un programa desarrollado por la Fuerza Aérea de EEUU, o sea el Pentágono.

A simple vista suena como una "teoría conspirativa", pero ateniéndonos a las investigaciones y verificaciones que existen sobre experimentos militares (sobre todo de EEUU y de algunas potencias centrales) con armas, químicas y biológicas orientadas al exterminio masivo de seres humanos, la versión no parece tan descabellada.

El proyecto HAARP (del inglés High Frequency Active Auroral Research Program, Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) es una investigación financiada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la Marina y la Universidad de Alaska para "entender, simular y controlar los procesos ionosféricos que podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones y sistemas de vigilancia".

El HAARP (considerado, entre otras funciones, como una "máquina de crear terremotos"), es un calentador de la ionosfera, y actúa sobre ella como la antena más poderosa que jamás haya existido.

Se inició en 1993 para una serie de experimentos durante veinte años, y tiene un gran número de instrumentos de diagnóstico que se usan para mejorar el conocimiento científico de la dinámica ionosférica.

Actúa con el recientemente descubierto electro chorro, el cual se forma en los polos norte y sur del planeta, y se aprecia su efecto atmosférico con el fenómeno conocido como aurora boreal.

Teóricamente, HAARP podría modificar el clima del planeta, desviar los jetstream o corrientes a chorro de la alta atmósfera hacia donde se tenga interés, trabaja con ondas de alta y baja frecuencia, y es considerado por algunos expertos como un peligro para la existencia de la humanidad, debido al uso potencial como arma de "guerra climatológica".

Se trata -dicen los que lo estudian- de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, incluso crear terremotos sobre territorio de un supuesto enemigo, sin que nadie advierta el peligro.

Los HAARP potencialmente tendrían también la capacidad, de desintegrar objetos, generar combustiones espontáneas e inducidas, e incluso cambiar patrones cerebrales, inducir conductas y producir enfermedades biológicas. Investigaciones sobre el proyecto HAARP han surgido desde universidades estadounidenses y centros europeos

Con sus cientos de millones de vatios de potencia es considerado como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, que puede actuar provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta.

En su resolución del 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio ambiente con fines militares y solicitaba que HAARP, fuese objeto de una evaluación por parte de STOA (organismo encargado de mensurar opciones científicas y tecnológicas) en lo que se refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en general.

En esa misma resolución, el Parlamento Europeo, pedía que se celebrara un convenio internacional para la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que pudiesen permitir cualquier forma de manipulación de seres humanos.

Las guerras ocultas

¿Fue manipulado científicamente el terremoto de Haití?

A simple vista suena como una "teoría conspirativa", pero ateniéndonos a las investigaciones y verificaciones que existen sobre experimentos militares (sobre todo de EEUU y algunas potencias centrales) con armas, químicas y biológicas orientadas al exterminio masivos de seres humanos, la versión no parece tan descabellada.

Que el Pentágono investigue y desarrolle un sistema que puede generar violentos e inesperados cambios en el clima, incluido un terremoto como el de Haití o un tsunami como el de Asia, más que un asunto conspirativo podría ser parte de una realidad estudiada y expresada en diversos informes de especialistas "silenciados" por la prensa oficial.

Hay un cúmulo de trabajos investigativos (esparcidos en la red y silenciados por la prensa del sistema) que demuestran, por ejemplo, que los virus patógenos y las pandemias son inicialmente estudiados para su utilización en posibles operaciones de exterminio en masa, con la finalidad de controlar y manipular socialmente determinadas poblaciones.

Bajo el argumento de "prevenir ataques enemigos" con armas químicas o biológicas, el Pentágono ha diseñado -desde el siglo pasado hasta aquí- diferentes programas de investigación y experimentación con virus inyectados primero en organismos animales, y luego lanzados contra organismos humanos.

El investigador y profesor canadiense Michel Chossudovsky, en su artículo titulado "Guerra climática: Atención a los experimentos militares de EEUU", publicado en el sitio web The Ecologist, señala que “El Haarp es un arma de destrucción masiva, capaz de desestabilizar los sistemas agrícolas y ecológicos en todo el globo”.

Afirma que EEUU ha desarrollado experimentos similares desde 1940, y que durante la guerra de Vietnam se hicieron prácticas de bombardeo de nubes, con el fin de prolongar la estación del monzón (temporada de lluvias) y bloquear las rutas de suministro de sus enemigos a lo largo del corredor Ho Chi Minh.

De acuerdo con el investigador, “La tecnología, que está siendo perfeccionada bajo el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (Haarp), “Apunta a lo impensable: la manipulación encubierta de modelos climáticos, comunicaciones y sistemas de energía eléctrica como un arma de la guerra global, capacitando a EEUU para desestabilizar y dominar regiones enteras”.

Según Chossudovsky, “La manipulación climática es el arma preventiva por excelencia. Puede ser dirigida contra países enemigos o ‘naciones amigas’ sin su conocimiento, utilizada para desestabilizar economías, ecosistemas y agricultura. También puede provocar el caos en los mercados financieros y de materias primas. La alteración en la agricultura causa una mayor dependencia de la ayuda alimentaria y de productos de granos importados de EEUU y de otros países occidentales”.

Las teoría de Chossudovsky sobre la guerra climática, tiene un correlativo en las armas químicas o biológicas de exterminio masivo utilizadas en diferentes programas de investigación y experimentación, entre las cuales sobresalen los virus inyectados primero en organismos animales, y luego lanzados contra organismos humanos.

Con la aparición cíclica de pandemias detonadas por la inseminación de virus patógenos en poblaciones civiles, se genera una campaña simultánea de "terror mediático" (con pánico e incertidumbre social) ejecutada por las grandes cadenas informativas internacionales, la que activa a su vez una demanda comercial masiva de recursos y medicamentos para enfrentar la emergencia sanitaria, que moviliza paralelamente un multimillonario negocio capitalista a escala global.

Cabe recordar que a la feroz manipulación mediática global con el "terror pandémico" de la reciente fiebre porcina ( o Gripe A), se agregan cada vez más, preguntas e hipótesis sobre el origen y posible utilización económica o política del virus patógeno, que van desde la lógica y el sentido común hasta teorías conspirativas de la más variada especie y procedencia.

En este caso, se ha hablado, incluso, de distintas operaciones de "aprovechamiento" político y militar del virus, cuyos objetivos van desde una "cortina de humo" para distraer la atención de la actual crisis global, hasta una estrategia para crear un "11-S biológico" que justificara nuevas invasiones y "guerras antiterroristas", un plan capitalista "malthusiano" para reducir la población pobre "sobrante", o una maniobra comercial de los grandes laboratorios para generar demanda masiva de medicamentos y vacunas preventivas.

Una crisis pandémica, una crisis económica, una catástrofe natural o una guerra movilizan multimillonarios recursos financieros para enfrentarla.

Y como vivimos dentro de un sistema capitalista centralizado por potencias hegemónicas (EEUU y las naciones centrales de Europa), los programas de exterminio en masa con epidemias salen originalmente de los laboratorios militares del Pentágono y de los sectores de biodefensa europeos, principalmente Gran Bretaña.

En ese escenario, la guerra climática, la guerra biológica o la guerra química , son parte indivisible de la guerra militar para conquistar países y poblaciones. Todas a su vez, se sintetizan en la guerra psicológica para manipular la mente humana con fines del control político y social sin el uso de las armas (Guerra de Cuarta Generación).

La guerra biológica por medio de agentes genéticos orientados al exterminio masivo de poblaciones es un soporte activo de la guerra militar y de la guerra psicológica. Cuando está al servicio de la guerra psicológica, la guerra biológica se convierte en bioterrorismo, y cuando sirve a la guerra militar se convierte en operación de exterminio con uso de agentes biológicos.

Como primer objetivo central, las "guerras silenciosas" de exterminio poblacional por medio de agentes biológicos o químicos se originan dentro de los planes y estrategias del Pentágono para preservar la seguridad de EEUU, la potencia regente y dominante del sistema capitalista a escala global.

Como segundo objetivo central, todo lo que se destruye hay que "reconstruir", y todo lo que enferma hay que "curar", es la máxima que sigue siempre el sistema capitalista para arrancar rentabilidad tanto de las crisis económicas, como de las catástrofes, las epidemias y las guerras.

"Si no hay guerra hay que inventarla para hacer negocios", es la máxima histórica de Rothschild, líder emblemático del sionismo financiero internacional.

En este escenario ¿Puede sorprender la posibilidad de que el terremoto de Haíti haya salido de los laboratorios militares de Pentágono?

Operación encubierta: EEUU toma el control en Haití

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En una operación global, cuyo desarrollo se completó el lunes, el Imperio USA centraliza todos los controles de decisión en Haití, y se erige (de hecho) en autoridad política y militar de toda la zona de catástrofe, incluída la sumisión del gobierno haitiano y de las organizaciones internacionales (que actúan en el área) a su mandato.


En su faz planificadora, organizativa y estratégica, la operación "humanitaria" cuenta con tres actores centrales: El Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

En sus áreas de competencia, el Departamento de Estado diseña y coordina la operación a nivel internacional, el Pentágono diseña y coordina el dispositivo de "seguridad" (léase ocupación y control militar de Haití) y las operaciones de rescate y distribución de ayuda, mientras que la USAID canaliza la ayuda internacional, incluido el Programa Alimentario Mundial.

Pero el verdadero objetivo de la "misión humanitaria" en Haití se define por el ejecutor táctico en el teatro de operaciones: El Comando Sur de EEUU (SOUTHCOM), que tiene su base en Miami.

Para no tener ninguna duda sobre el verdadero propósito de la "misión humanitaria" conviene repasar el objetivo funcional de de la misión asignada al SOUTHCOM: "Dirigir (en América Latina y el Caribe) operaciones militares y promover la cooperación en el terreno de la seguridad para conseguir los objetivos estratégicos de EEUU”.

Sus cuadros de oficialidad y soldados están capacitados (y entrenados) para supervisar y operar en los escenarios de conflicto militar o de "contrainsurgencia" (léase "narcoterrorismo") y desempeñar la función de policía militar en América Latina y el Caribe.

A buen entendedor pocas palabras: El SOUTHCOM no es una organización de "ayuda humanitaria" sino una fuerza imperial de ocupación militar.

El portaaviones nuclear USS Carl Vinson, sus barcos, submarinos aviones, ya rodean a Haití dentro de un "anillo nuclear", mientras tropas especiales de asalto y de seguridad ya están desplegados en Puerto Príncipe.

Entre los diez mil efectivos asignados hasta ahora: Tanto la Unidad Anfibia de la Marina (marines), así como los soldados de la 82 División Aerotransportada del Ejército de EEUU "están entrenados en una amplia variedad de misiones, entre las que se incluyen las de seguridad y control de disturbios, además de tareas humanitarias”, según el Pentágono..

De esta manera, en una acción global, el Imperio USA centraliza todos los controles de decisión y se erige (de hecho) en autoridad política y militar de toda el área que incluye la sumisión del gobierno haitiano y de las organizaciones internacionales (que actúan en el área) a su mandato.

Siguiendo una estrategia, Washington conspiró y actuó expeditivamente para constituirse como "poder alternativo" al "vacío de poder" imperante tras la catástrofe sísmica que devastó Haití.

La ONU y su Consejo de Seguridad (integrado por las cinco principales potencias mundiales), en diversas reuniones la semana pasada, no consiguió acordar un plan global de coordinación y distribución del rescate y de la ayuda humanitaria en Haití.

Los gobiernos y las organizaciones internacionales, ante la ausencia de una planificación organizada, enviaban ayuda alimentaria y medicamentos en forma individual que, por ausencia de una autoridad distributiva, permanecían en su mayor parte concentrados en el aeropuerto y sin llegar a las millones de víctimas que se encuentraban sin agua, sin comida y sin electricidad, en zonas desvastadas y con principios de epidemia por los cadáveres en descomposición y sin enterrar.

Los Cascos Azules de la ONU, se veían rebalsados y no podían controlar el caos y las peleas (a veces fatales y sangrientas) que se producían entre las víctimas para apropiarse de la comida y el agua, razón por la cual la mayoría de las veces la distribución no puedán llevarse a cabo.

El intercambio de información y de datos sobre el escenario de la tragedia (números de muertos, heridos, daños, víctimas a socorrer, etc) se veía a su vez impedido por la ausencia de un comando central que recibiera y procesara la información y la distribuyera entre las organizaciones oficiales y privadas actuantes.

De hecho, y en una acción en tres dimensiones (política, militar y "humanitaria") EEUU consolidó su mejor operación de ocupación militar sin disparar un solo tiro.

La propia incompetencia de sus aliados capitalistas centrales, le posibilitó consolidar de hecho un sistema de dominio y control sobre la devastada isla haitiana.

Señala el corresponsal de El País de España: "Como estaba previsto por el Pentágono y el Departamento de Estado: Ante la inoperancia de Naciones Unidas, el Ejército norteamericano ha comenzado a repartir la ayuda internacional entre problemas de inseguridad e infraestructuras. Más de 14.000 bolsas de comida y 15.000 litros de agua han sido distribuidos entre los escombros de Puerto Príncipe".

Y agrega: "El teniente general Ken Keen, responsable de la Fuerza Conjunta que opera en Haití, ha hecho hincapié en los problemas de inseguridad que se viven en algunas zonas, que si bien no son extremadamente superiores a antes del terremoto, sí crean problemas puntuales para la distribución de la ayuda. "Hay incidentes de violencia que nos impiden entregar la asistencia humanitaria y debemos de hacer frente a estos problemas", ha dicho el militar, quien ha destacado que la Misión de Pacificación de la ONU en Haití (MINUSTAH) está haciendo "todo lo que puede" para resolver este problema".

De acuerdo con lo informado en la prensa internacional, la operación de desembarco militar-humanitario fue arreglada por los presidentes Obama y Préval por teléfono, pero -señalan varios medios norteamericanos- se omitió decir que ambos gobiernos (el títere y el patrón) habían convenido el despliegue de tropas estadounidenses sobre suelo haitiano.

Según el diario español, "Washington adoptó e impuso unilateralmente las decisiones. La ausencia total de un gobierno en funciones en Haití se utilizó para legitimar, a partir de motivos humanitarios, el envío de una poderosa fuerza militar, que ha asumido de facto diversas funciones gubernamentales".

Fuerzas especiales de EEUU ya tomaron las funciones de control del tráfico aéreo así como la dirección operativa del aeropuerto de Puerto Príncipe.

Desde ese comando, y habiendo removido a los funcionarios haitianos, ordena y controla todo el flujo de la ayuda humanitaria y suministros de emergencia que llegan al país devastado enviados por gobiernos y organizaciones internacionales de todo el mundo.

Pero, la intervención de EEUU (léase ocupación militar de Haití) no es ningún "estreno", y entre las varias existentes puede citarse el derrocamiento del presidente Arístide en el 2004.

Señala el profesor y experto Michel Chossudovsky: "Los meses anteriores al golpe de Estado de 2004, las fuerzas especiales estadounidenses y la CIA estuvieron entrenando a escuadrones de la muerte compuestos por los antiguos tonton-macoute de la era Duvalier. El ejército paramilitar rebelde cruzó la frontera desde la República Dominicana a primeros de febrero de 2004. “Era una unidad paramilitar bien armada, entrenada y equipada integrada por antiguos miembros de Le Front pour l’avancement et le progrès d’Haiti (FRAP, por sus siglas en francés), los escuadrones de la muerte de “paisano”, implicados en matanzas masivas de civiles y asesinatos políticos durante el golpe militar patrocinado por la CIA en 1991, que provocaron (en febrero de 2004) el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido del Presidente Jean Bertrand Aristide”.

La operación se repite, pero no para derrocar al gobierno, sino para controlarlo como un títere dentro de una estrategia de apoderamiento de Haití que convierte a una flota de destrucción nuclear en herramienta de una "misión humanitaria" destinada a salvar vidas.

La mejor puesta en escena del Imperio yanqui, conseguida por la mediocridad (y la inoperancia estratégica) de sus aliados en la depredación imperial del planeta.


Por Manuel Freytas (*)
manuefreytas@iarnoticias.com

17 ene 2010

Después del Golpe de Estado, ocupación y ahora invasión

loultimoenpolitica.blogspot.com

Para EEUU la catástrofe de Haití es un polvorín, no por la amenaza que representaría un posible estallido social para su sistema de seguridad, sino por la ubicación estratégica que reviste el país devastado dentro de su dispositivo imperial de control y dominio en América Central y el Caribe. La decisión de Washington de desplegar unidades y tropas especiales y una flota nuclear (invocando "ayuda humanitaria") implica una virtual ocupación militar de Haití, entre cuyos objetivos hay uno que sobresale nítidamente: Reemplazar a los Cascos Azules de la ONU y constituirse en única autoridad militar con un control directo sobre el gobierno de Haití. En otro juego de piezas EEUU (utilizando Haití) busca afianzar su hegemonía de potencia nuclear en el Caribe y en Centroamérica con la vista fija en un objetivo de máxima: Chávez y su alianza estratégica militar con el eje Rusia-China-Irán.



Además del crecimiento meteórico de los saqueos y de la violencia social en las últimas horas, las advertencias del gobierno haitiano son contundentes: Si no se atiende en forma inmediata a las necesidades de supervivencia de las víctimas, el país se encamina hacia un estallido social de consecuencias imprevisibles.

En la misma apreciación coinciden la ONU, la Cruz Roja, y, en general, todos los corresponsales y las organizaciones internacionales que actúan en el área del desastre. No obstante, nada indica que esa operación de rescate y ayuda coordinada internacional pueda producirse en lo inmediato, lo que torna a Haití en una verdadera "olla de presión" social con bandas armadas incentivando y multiplicando la rebelión por todo Puerto Príncipe.

En este escenario, y de aquí al lunes, el Pentágono inició una operación militar en alta escala para rodear y ocupar Haití dentro de un anillo de "seguridad nuclear" bajo el (absurdo) argumento justificatorio de brindar "ayuda humanitaria" a las víctimas de la catástrofe.

Antes del lunes EEUU despachará una flota a Haití, compuesta por buques, submarinos, aviones y helicópteros (la mayoría dotados con poder nuclear), e incrementará la presencia militar norteamericana de 1.000 a 10.000 soldados, según informó el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen.

Mientras tanto, el Pentágono informó el viernes de la llegada de su portaaviones nuclear USS Carl Vinson, con 19 helicópteros y fuerzas especiales que desembarcarán en las áreas de catástrofe.

De acuerdo con lo informado por Mullen, la misión del Carl Vinson es estrictamente "humanitaria" ya que cuenta con una capacidad de 51 camas de hospital, tres salas de operaciones quirúrgicas, y la capacidad de producir cientos de miles de litros de agua potable al día.

El absurdo de esta afirmación consiste en que este "equipamiento médico" metido dentro de un portaaviones nuclear es inconsistente con las necesidades masivas de atención de las víctimas haitianas (heridos sin atención) que suman decenas de miles por toda la zona devastada.

Según al CNN, una compañía de la 82 División Aerotransportada de EEUU, formada por unos 100 soldados, se encuentra ya en Haití preparando el campamento para la llegada durante el fin de semana, del resto de la brigada (unos 3.500 soldados de fuerzas especiales).

Ante la suspicacia internacional que despertó este virtual dispositivo de ocupación militar de Haití (escudado en la "ayuda humanitaria") Obama y los jefes del Pentágono salieron a aflojar tensiones.

Curiosamente, Obama realizó el anuncio el despliegue militar como una "misión humanitaria" coordinada con el gobierno de Haití, rodeado de sus principales asesores militares.

"Esta mañana he conversado con el presidente Préval de Haití", señaló el viernes Obama a la prensa. "Como otros muchos haitianos, el presidente ha perdido su hogar, y su Gobierno está trabajando en unas condiciones extremadamente difíciles", añadió. En consecuencia, "como vecinos y amigos de Haití", Obama dijo haber prometido a su homólogo "el pleno apoyo del pueblo norteamericano" en la recuperación del devastado país.

En medio de temores de que el malestar local y la frustración por el retraso de la asistencia pueda transformarse en violencia, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, dijo el viernes que salvo algunos robos de comida y agua y algunos saqueos menores la situación de seguridad en Haití sigue siendo "bastante buena".

P.J. Crowley, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, comentó que la distribución de asistencia debería mejorar. Sin embargo, el aeropuerto de Puerto Príncipe tiene una capacidad limitada y el puerto aún está inutilizable, según consigna un corresponsal de Asociatted Press

El jefe del Pentágono, Robert Gates, dijo por su parte a la prensa que el pueblo haitiano sentía el despliegue como "un alivio". Bajo esa justificación, los marines estadounidenses tomaron el viernes el control del aeropuerto de Puerto Príncipe para "acelerar la ayuda humanitaria".

"No creo que nos vean así", como una fuerza ocupante, dijo el jefe del Pentágono. "Dado que estamos dedicándonos a repartir agua y comida y atención médica, yo creo que la reacción (del pueblo haitiano) es de alivio, al ver que Estados Unidos les da este tipo de ayuda".

Mientras tanto una fuerza especial de la infantería de marina ya tomó el control del aeropuerto, donde se amontona un hervidero de refugiados en espera de ser evacuados, y de periodistas y de miembros de organizaciones internacionales de todo el mundo.

Los objetivos de Washington

Según desliza The Washington Post, el verdadero objetivo de la flota norteamericana es rodear a Haití con un anillo de seguridad militar en prevención de los posibles (y previstos) brotes de violencia que amenazan con extenderse a todo el territorio haitiano.

Pero hay otra razón de fondo que parece justificar el desembarco militar: EEUU (en su condición de dueño del Patio Trasero) busca imponer su hegemonía de potencia nuclear y consolidar su control en la zona de catástrofe como ya lo hizo durante el tsunami asiático.

Los objetivos pueden ser varios, pero hay uno que sobresale nítidamente: Reemplazar a los Cascos Azules de la ONU y constituirse en única autoridad militar con un control directo sobre el gobierno de Haití.

Después del golpe en Honduras, los halcones y ultraconservadores de Washington impusieron a Obama un replanteo de las relaciones estratégicas con los gobiernos de la región.

Para los halcones ultra conservadores USA (el Pentágono y el "capitalismo de guerra" del Complejo Militar Industrial) Chávez y sus aliados son la "dictadura comunista" que querían apoderarse de Honduras de la mano de Zelaya.

El golpe hondureño, en realidad, fue sólo la punta del iceberg de un proceso geopolítico militar más profundo impulsado por el poder conservador de EEUU, que intenta sustituir a una estrategia de dominio que considera "demasiado blanda" (el "sistema democrático" de poderes civiles) por una alternativa de mayor control militar de la región adaptado a las crisis y a los conflictos intercapitalistas que se avecinan en el planeta.

Los conservadores (demócratas y republicanos) y los halcones militaristas que controlan los resortes de decisión del Pentágono y del Complejo Militar Industrial (capitalismo de guerra), están convencidos de que las políticas de "diálogo y tolerancia" que propicia Obama conducen a una pérdida del poder militar de EEUU y a una fortificación de sus enemigos situados en el "eje del mal".

La reactivación de la IV Flota USA patrullando aguas latinoamericanas fue una señal clara -dicen expertos regionales- de que EEUU está lanzando una señal preventiva a quienes se atrevan a poner los pies sobre los recursos estratégicos de la región (petróleo, agua potable y biodiversidad) que considera como suyos.

Enmarcado en estos hechos, el Pentágono y el Departamento de Estado ven como "potencial peligro" (con posibles ramificaciones en otros países) el desembarco comercial-militar del eje Rusia-China-Irán en América Latina utilizando a Venezuela como plataforma.

Expertos que manejan información confidencial en Washington vienen advirtiendo que las claves del golpe de Estado en Honduras y el incremento de la presencia militar USA en Colombia (bases militares) se encuentran en la creciente influencia (militar y comercial) rusa-iraní en América Latina y en su alianza estratégica con Venezuela.

La "cumbre" Medvedev-Chávez, a fines del año pasado, formó parte del decorado de una estrategia para integrar a Chávez como nuevo jugador en el tablero de la "guerra fría" Washington-Moscú, donde América Latina y la región petrolera del Caribe se convierten en un nuevo posible escenario de la guerra por el control de la energía entre Rusia y EEUU.

En ese escenario, los halcones del Pentágono y del Departamento de Estado (que manejan las políticas militares y las hipótesis de conflicto externo de Washington) no miran ni analizan a Chávez desde una perspectiva exclusivamente latinoamericana.

El presidente venezolano mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la "guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas.

Esto convierte al Caribe (con Haití adentro) en una región de alto voltaje en la resolución de la guerra fría por recursos estratégicos y energía que mantienen las potencias por su supervivencia futura.

En este escenario, la preocupación central del Pentágono es el despliegue de aviones, barcos y submarinos nucleares rusos en el Caribe, muy cerca de las principales reservas de petróleo y de recursos de biodiversidad en América Latina.

Aquí es donde Chávez (a pesar de su sociedad comercial estratégica con USA) se vuelve "rojo, rojito", al convertirse en el trampolín de Moscú en el patio trasero.

¿Y como cierra la catástrofe haitiana y el desembarco militar norteamericano en este escenario?

Muy sencillo: La ocasión hace al ladrón, y la catástrofe haitiana brinda a EEUU la posibilidad de reconvertir a Haití en un nuevo portaaviones terrestre para sus fuerzas de despegue rápido en la convulsa región centroamericana y caribeña.

A esto (y siguiendo una vieja técnica imperial de disfrazar la ocupación con una causa moral) la Casa Blanca y el Pentágono llaman graciosamente "misión humanitaria en Haití".


Manuel de Freytas IAR Noticias

Un sólo beneficiado en Haití

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Los viejos manuales de estrategia enseñan un principio: La mejor conquista es aquella que se hace en carácter de "salvador" y no de "invasor". Es la lógica del Chapulín Colorado que hoy aplica EEUU en Haití.

Por Manuel Freytas (*)
manuefreytas@iarnoticias.com


A cinco días del terremoto que arrasó con Haití, hay coincidencia mayoritaria en un punto: El gobierno, organizaciones sociales, observadores, corresponsales y analistas internacionales predicen un desenlace de violencia social generalizada a corto plazo en las áreas de la catástrofe.

Tres causas principales abonan ese pronóstico:

A) Ausencia de un plan de ayuda y de distribución de alimentos, coordinado y masivo, B) Ausencia de una autoridad (el gobierno) que organice los distintos niveles de la ayuda e imponga orden en las calles, C) Las bandas armadas que aprovechan la "tierra de nadie" para saquear las zonas devastadas y los enfrentamientos entre haitianos pobres por la comida.

El resultante se da en tres dimensiones: 1) Hambre, sed y angustia en crecimiento entre las víctimas que claman por socorro, 2) Anarquía y focos de violencia social que se tornan incontrolables para los Cascos Azules de la ONU, C) Guerras entre grupos armados que se disputan el control de la "zona liberada" de Puerto Príncipe.

En consecuencia: Lo que se vislumbra (a partir de una estimación general en Haití) es un tránsito de la catástrofe natural a una catástrofe social.

Todo se retroalimenta:

El hambre, la sed y la angustia generan desesperación social y alimentan una "olla a presión" de violencia generalizada y sin límites.

El caos y la violencia callejera generan el detonante y las condiciones para un estallido social inminente.

Los grupos armados (muchos de ellos politizados) incentivan los levantamientos para conducirlos dentro de un proceso de "libanización" de Haití (guerra civil con reparto territorial).

Algunos analistas ya hablan de "somalización" de Haití, entendida como la creación de feudos territoriales con "señores de la guerra" que negocian todo tipo de acuerdos con el poder central, o sea con las potencias y EEUU.

¿Cómo se corta este circuito explosivo?

El gobierno (una parásita gerencia de enclave de las corporaciones que sacan rentabilidad económica del empobrecido Haití) es completamente inoperante y carece de poder y de autoridad militar para imponer el orden y organizar una infraestructura de ayuda multitudinaria para las víctimas (un tercio de la población de Haití, según la ONU).

La ONU y su Consejo de Seguridad (integrado por las cinco principales potencias mundiales), en diversas reuniones la semana pasada, no consiguió acordar un plan global de coordinación y distribución del rescate y de la ayuda humanitaria en Haití.

Los gobiernos y las organizaciones internacionales, ante la ausencia de una planificación organizada, envían ayuda alimentaria y medicamentos en forma individual que, por ausencia de una autoridad distributiva, permanecen en su mayor parte concentrados en el aeropuerto y sin llegar a las millones de víctimas que padecen, sin agua, sin comida y sin electricidad, en zonas desvastadas y con principios de epidemia por los cadáveres en descomposición y sin enterrar.

Los Cascos Azules de la ONU, se ven rebalsados y no pueden controlar el caos y las peleas (a veces fatales y sangrientas) que se producen entre las víctimas para apropiarse de la comida y el agua, razón por la cual la mayoría de las veces la distribución no puede llevarse a cabo.

El intercambio de información y de datos sobre el escenario de la tragedia (números de muertos, heridos, daños, víctimas a socorrer, etc) se ve impedido a su vez por la ausencia de un comando central que reciba y procese la información y la distribuya entre las organizaciones oficiales y privadas actuantes.

Esto conduce a que nadie (ni el gobierno haitiano, ni las potencias, ni los gobiernos extranjeros, ni las organizaciones internacionales) cuente con datos fidedignos sobre lo que está pasando en las distintas zonas del desastre (estimación numérica de daños, muertos y víctimas a socorrer) .

En otras palabras, a nadie (incluidas en primer término la ONU y las potencias centrales) se le ocurrió elaborar un cuadro global de situación de la catástrofe, como punto de partida para planificar una acción coordinada y por niveles de rescate, ayuda humanitaria, y control de la seguridad en la devastada Haití.

En suma, todo lo que está pasando ahora en la Haití arrasada (caos, hambre, desesperación, guerras callejeras, enfrentamiento entre las víctimas, etc) es producto de un defecto original: La ausencia de un cerebro organizador y de una autoridad de aplicación política y militar.

En consecuencia: Haití, técnicamente, es una zona de catástrofe (humana, material y social) fuera de control.

¿Y a quién beneficia este cuadro de situación?

El Chapulín colorado

El portaaviones nuclear Carl Vinson ya está en las costas haitianas

Haití, convertida en zona de catástrofe y fuera de control, tiene un solo beneficiario: EEUU.

La razón: EEUU es la única superpotencia militar en el área en condiciones (logísticas y operativas) de imponer de inmediato una autoridad y un dispositivo militar de control efectivo para contener la explosión social y posibilitar la distribución masiva del agua y la comida que permanecen en los centros de acopio.

¿Y porqué (a seis días del terremoto) EEUU mantuvo una actitud pasiva en la ONU y la Casa Blanca solo se limitó a anunciar acciones de ayuda humanitaria limitadas?

Respuesta: Washington sigue una estrategia.

Y los viejos manuales de estrategia enseñan un principio: La mejor conquista es aquella que se hace en carácter de "salvador" y no de "invasor". Es la lógica del Chapulín Colorado.

Las potencias, la ONU, los gobiernos mundiales, las organizaciones internacionales, están pidiendo el "orden" y el fin de la violencia social que les permita ayudar y reconstruir a la devastada Haití.

Pacientemente, Washington (la potencia imperial hegemónica), esperó que se dieran las condiciones (profundización de la tragedia) para ingresar a Haití como el "gran salvador" montado sobre el corcel de una flota nuclear y con suficiente logística militar y tropas especiales para actuar en las zonas de conflicto del país devastado.

Esta vez, la operación no se llama "invasión militar" sino "misión humanitaria".

Que, en los hechos, en el teatro de operaciones, consiste en rodear a Haití con un "anillo nuclear" (portaviones, barcos, aviones y submarinos con capacidad nuclear) y desembarcar varios contingentes de tropas especiales (una brigada de la 82 División Aerotransportada de EEUU ya está en Puerto Príncipe).

Desde este lunes, y con el dispositivo nuclear-militar desplegado y posicionado, Washington parece emitir un mensaje: Señores, uds. pedían el orden y el control militar, y nosotros somos los únicos capaces de realizarlo.

Al Imperio solo le falta una cuestión burocrática: Que las potencias de la ONU (abrumadas por su incompetencia y por la profundización de la violencia social en Haití) permitan que las tropas estadounidenses reemplacen a los inoperantes Cascos Azules en el control militar de las áreas estratégicas del país. O sea, una ocupación militar efectiva de Haití.

Como diría un experto: La tragedia de Haití, llegó con un pan bajo el brazo para el Imperio yanqui.

6 ene 2010

Grecia en problemas; el FMI lo rescatará ante el rechazo del BCE

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El miembro alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, asegura que la Unión Europea (UE) no ayudará a Grecia a salir de sus problemas fiscales y arrastró al euro a la baja. El FMI, por el contrario, está "preparado" para acudir al rescate si es necesario

En una entrevista que el diario italiano Il Sole 24 Ore publica este miércoles, Stark señala que "quien cree que los países miembros de la UE al final se sacudirán el bolsillo para salvar a Grecia, se equivoca".Ante este anuncio, el euro se depreció hasta 1,4282 dólares, frente a los 1,4412 dólares de ayer por la tarde, según una valoración del diario británico Financial Times. Posteriormente la moneda única recuperaba posiciones y se cambiaba esta mañana hacia a 1,4363 dólares, después de conocerse que el sector de servicios de la zona del euro se expandió a su ritmo más rápido desde hace más de dos años.El ministro de Finanzas griego, Giorgos Papaconstantinos, anunció el martes que el Gobierno acelerará el programa para la recuperación económica del país y tratará de reducir el déficit público a menos del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en tres años, en vez de en cuatro. Papaconstantinos calificó los comentarios de Stark innecesarios y que el Gobierno griego no necesita ayuda exterior para reducir su déficit presupuestario."No necesitamos esa aclaración. No esperamos ser rescatados por nadie. Está perfectamente claro que hacemos lo necesario para reducir el déficit y controlar la deuda pública", informa Efe.Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se postula como posible rescatador del Gobierno griego en caso de que sea necesario. En una reciente entrevista publicada por la agencia Reuters, el director del FMI para Europa, Marek Belka, señaló que el Fondo está "listo para ayudar a Grecia" si la UE requiere asistencia financiera, aunque la UE debería crear su "propio mecanismo de ayuda" para rescatar países miembros que atraviesen dificultades similares a las de Grecia.Preguntado por si el FMI estaría dispuesto a ayudar a Grecia, Belka afirmó o siguiente: "Sí, estamos listos. Pero depende de si la UE o Grecia lo solicitan".El FMI ya ha acudido al rescate de numerosos países del Este de Europa, pero el riesgo de quiebra se extiende ahora a algunos miembros de la zona euro, debido al elevado déficit público. Es el caso de Grecia, que presenta un déficit superior al 12% del PIB, y cuyos bonos a cinco años con respecto a la deuda alemana han superado el diferencial de los 250 puntos básicos en las últimas jornadas, encareciendo así el coste de financiación de sus cuentas públicas.

El petróleo arrancó con fuerza el 2010

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El petróleo continúa inmerso en su particular operación retorno a los precios pasados. Para encontrar un precio más elevado que el del cierre de ayer, ya que el Brent se pagaba a 80,76 dólares por barril, hay que remontarse hasta octubre de 2008.

Pero entre ambos momentos existe una diferencia notable. Mientras que hace 15 meses estaba de vuelta, tras haber rozado los 150 dólares en julio, ahora se encuentra en plena remontada, con la que da continuidad a la revalorización del 71% que registró en 2009.
El último aliento lo ha encontrado en las frías temperaturas de Estados Unidos, que presagian un incremento del consumo de energía en la mayor economía mundial.
La fortaleza con la que el crudo ha comenzado 2010 es bienvenida por parte de los países productores. Ayer, el ministro de Petróleo de Kuwait, Sheikh Ahmed Al-Abdullah Al-Sabah, reconoció que los actuales precios "son muy agradables" y que "no son demasiado altos" en un contexto en el que "la demanda está creciendo y las reservas están cayendo".

Dato de reservas en EEUU

Hoy habrá oportunidad de comprobar esa posibilidad, ya que el Departamento de Energía publicará el estado en el que se encuentra la despensa de combustible de EEUU.
Según las previsiones, las reservas norteamericanas podrían haberse reducido en 950.000 barriles durante la última semana. En caso de confirmarse, se trataría del quinto retroceso semanal consecutivo, algo que no ocurre desde mediados de 2008.
Pendientes de dólar
Al mismo tiempo, el petróleo ha seguido de reojo la marcha del dólar, puesto que la debilidad del billete verde actúa como resorte para la subida de las bolsas y las materias primas.
Y así volvió a ocurrir ayer. Los máximos del oro negro coincidieron con la caída de la moneda norteamericana, que llegó a depreciarse hasta los 1,448 dólares. Cuando el billete verde reaccionó por la tarde y remontó hasta los 1,442 dólares, el petróleo aminoró su marcha alcista. Lo mismo le ocurrió al oro, que alcanzó los 1.128 dólares por onza, para luego moverse en torno a los 1.125.
Más decisión mostró el yen japonés, que se revalorizó un 1% contra la divisa estadounidense, hasta los 91,3 yenes. Lo hizo en la misma jornada en la que presentó su dimisión el ministro de Finanzas de Japón, Hirohisa Fujii, quien, a diferencia de sus últimos predecesores, no veía con malos ojos la fortaleza de la moneda nipona.

EEUU destruye 84 mil empleos en diciembre

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Las empresas estadounidenses destruyeron 84.000 puestos de trabajo el pasado mes de diciembre, de acuerdo con la encuesta de ADP (Automatic Data Proccesing), la mayor procesadora de nóminas del mundo.
Los datos son peores de lo previsto, ya que los analistas consultados por Bloomberg esperaban 75.000 empleos menos.
Esta referencia es seguida de cerca por los inversores, ya que son considerados un adelanto de las cifras oficiales que se conocerán el viernes: el consenso del mercado estima que en diciembre se destruyeron 123.000 puestos de trabajos y que la tasa de paro permaneció estable en el 10%.