La energía nuclear en tela de juicio

loultimoenpolitica.blogspot.com
Los últimos incidentes en las centrales nucleares españolas han hecho dudar sobre su funcionamiento. Tanto, que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha convocado para septiembre a todos los titulares de estos activos, con el objetivo de evaluar qué ha fallado.
La gota que ha colmado el vaso fue el incendio de Vandellós II (Tarragona) el pasado 24 de agosto. No ha habido ningún impacto para la población ni para los trabajadores, pero aún así el regulador ha enviado un equipo de inspectores.
Pero el incidente más grave sin duda y que ha hecho saltar todas las alertas sobre la seguridad de estas centrales fue la fuga de Ascó I, también en Tarragona. El mayor problema de este caso fue que se tardara más de cinco meses en informar de este accidente. El resultado ha sido que el regulador haya propuesto al Ministerio de Industria la mayor multa de la historia, ya que podría alcanzar los 22,5 millones de euros.
Por su parte, la planta de Santa María de Garoña (Burgos) paró la pasada semana su reactor por unas maniobras realizadas en el parque eléctrico exterior de la central. La central de Cofrentes, en Valencia, tampoco se libró de la quema y en julio detectó algunas anomalías en las vigilancias de alimentación eléctricas de válvulas de alivio del circuito primario.