loultimoenpolitica.blogspot.com
La crisis no sólo no ha podido con el metal precioso, sino que éste no ha dejado de subir pese a los problemas. Es lo que tiene ser el activo refugio por excelencia. Tras las históricas turbulencias que vienen sacudiendo los mercados financieros desde 2007, pocos activos -por no decir ninguno- pueden presumir de transitar por su noveno año consecutivo de ascensos. La excepción que confirma la regla bajista imperante ha sido el oro, que no ha dejado de subir desde que comenzó 2001.
Desde los 272,2 dólares a los que se despidió del año 2000, ha multiplicado su cotización por 3,4 veces, hasta escalar a los 924 dólares actuales. Es más, en los dos últimos ejercicios ha logrado el hito de superar incluso los 1.000 dólares por onza. Ocurrió en marzo de 2008 y el pasado 27 de febrero.
Pero es que el metal precioso ha jugado con ventaja. Y doble, además. En los momentos en los que la crisis ha mostrado su peor cara, ha subido porque el dinero se ha sentido atraído por su condición de activo refugio. Al mismo tiempo, cuando el panorama se despeja y el dinero recupera su apetito por el riesgo, el metal se beneficia por otro motivo: si la economía recupera tracción, también retornará la inflación, ¿y qué activo destaca por brillar cuando los precios vuelven a subir? ¡Bingo!, también el oro.
Abono ideal
Ambos factores constituyen un caldo de cultivo ideal para que, como poco, mantenga los 900 dólares e incluso decida atacar de nuevo la cota de los 1.000 dólares. Para ello, el empujón definitivo se lo pueden proporcionar los impactos que las medidas de los bancos centrales pueden provocar a medio y largo plazo. "Las consecuencias de una política monetaria tremendamente expansiva, junto con la utilización de herramientas de financiación como la generación de moneda, traerá como consecuencia futura un fuerte aumento de la inflación que provocará, entre otros efectos, la pérdida de capacidad adquisitiva del dólar y la búsqueda de activos que ofrezcan una cierta cobertura contra este escenario", explica Francisco López Ollé, de X-Trade, para concluir que los precios de las principales materias primas se beneficiarán de ese proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario