"Hoy iba paseando por Grand Central con una bolsa con el logotipo de AIG y me han insultado un par de veces", reconoce un empleado de la aseguradora estadounidense a elEconomista. Por motivos de privacidad, el trabajador de la compañía prefiere no dar su nombre pero reconoce que "la semana pasada ha sido una de las peores desde que trabajo en esta empresa". Las tarjetas de crédito tienen un cinta por encima para que no se vea "AIG".
No es para menos, el revuelo mediático surgido tras la entrega de 165 millones de dólares en bonus ha despertado la ira de los contribuyentes norteamericanos. "El problema es que no entienden que no todos los que trabajamos para AIG somos parte del brazo financiero que se llevó estas gratificaciones", explica el empleado, de 27 años. De hecho, reconoce que la compañía ha distribuido un memorando entre sus empleados en los que recomienda "no salir a la calle con ningún tipo de objeto que lleve el organigrama de la compañía" para evitar cualquier tipo de percance.
El empleado nos enseñó su tarjeta de crédito de la empresa, que desde que fue rescatada por el gobierno federal, tiene una pegatina naranja sobre el logotipo de la aseguradora para evitar problemas o insultos a la hora de pagar. Incluso, el joven, que trabaja para uno de los departamentos de marketing de AIG, adelanta que muchas de las distintas unidades de la compañía tienen planes de "renombrar" a la aseguradora y cambiar su imagen de marca con la esperanza de poder seguir operando sin ser una lacra para la sociedad.
Durante la semana pasada, varios empleados de American International Group recibieron amenazas de muerte e, incluso, varios activistas organizaron varios recorrdidos por las mansiones de los altos ejecutivos de la aseguradora.
La cifra es mayor de la anunciada
Cabe recordar que el drama que rodea a AIG sobre la entrega de bonus a sus ejecutivos añadió un nuevo capítulo a finales de semana a la ya de por sí dañada imagen de la compañía. Tras una revisión sus documentos llevada a cabo por el fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal, la cifra total de gratificaciones repartidas por AIG asciende hasta los 218 millones de dólares, frente a los 165 millones hasta ahora conocidos.
Este nuevo número, que supone un aumento de casi 50 millones de dólares, no sólo incluye las bonificaciones agraciadas en marzo sino que añade pagos de retención de talento por valor de 55 millones de dólares realizado el pasado mes de diciembre. "No sólo hemos añadido nuevas cifras, AIG nos ha entregado documentos que reflejan un total de 218 millones de dólares", afirmó Blumenthal al periódico The Hartford Courant.
En medio de esta polémica, los consejeros delegados de Citigroup, Bank of America y JP Morgan mostraron sus diferencias con la decisión del Congreso de atacar directamente a la cultura de bonuses de Wall Street. Tanto Vikram Pandit, capitán de Citi, como Kenneth Lewis, de Bank of America, publicaron memorandos entre sus empleados criticando la nueva normativa aprobada por la Cámara Alta que impondrá un impuesto del 90 por ciento sobre los bonus.
Ambos directivos de mostraron muy preocupados por esta decisión ya que dificultará enormemente la retención de "talentos" dentro de dichas entidades. Por su parte, Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, aseguró a sus 200 directivos en una conferencia que el banco discute abiertamente con Washington esta medida, aseguró el Wall Street Journal.
De momento, la administración Obama podría haberse puesto en marcha para endulzar la medida. Aunque ningún miembro de la Casa Blanca ha criticado abiertamente la decisión del Congreso, muchos oficiales de la administración creen que podría provocar un éxodo masivo de empleados y provocar que muchas entidades abandonen el plan de rescate financiero, TARP, por sus siglas en inglés.
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