9 feb 2009

Descalabro financiero sincronizado en Nissan/Renault 20 mil personas a la calle



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El reductor de costos se transformó en reductor de beneficios. Carlos Ghosn sacó a Nissan del borde de la quiebra hace una década, después de que Renault adquiriera una participación del 44% en el fabricante japonés de automóviles. Pero ahora sucede exactamente lo contrario; Ghosn encabeza un verdadero crak financiero sincronizado tanto en Nissan como en Renault según The Financial Times

Ahora, el consejero delegado tanto de Nissan como de Renault preside un descalabro automovilístico sincronizado. El tercer fabricante de coches de Japón anunció el lunes que perdería cerca de 2.000 millones de dólares (1.546 millones de euros) en el año que finalizará en marzo, sus primeras pérdidas desde la llegada de Ghosn. En Francia, Renault también sufre problemas. Difícilmente pueda hacerse a Ghosn responsable directo de este hecho, aunque las acciones de Renault y Nissan han obtenido peores rendimientos que las de sus rivales a consecuencia de su nivel de deuda, relativamente más alto. La demanda de los consumidores se reduce en todo el mundo, mientras que la debilidad del yen perjudica aún más a la rentabilidad japonesa. Toyota Motor, el mayor fabricante mundial de automóviles, espera perder 5.000 millones de dólares con sus operaciones este año. De los tres grandes de Japón, sólo Honda calcula que obtendrá beneficios, gracias a su línea de coches y motos más pequeños y adecuados para la crisis, con menos SUV (vehículos utilitarios deportivos). Más perturbadores que los números rojos de los eficientes fabricantes de coches japoneses son, sin embargo, los indicios de que lo peor aún está por llegar. Las ventas en EEUU ya han caído. Ahora, las exportaciones a países emergentes están descendiendo. Las perspectivas en Rusia, antes halagüeñas, se han oscurecido a consecuencia del hundimiento del rublo. De hecho, la demanda ha caído con tanta rapidez que incluso Ghosn lucha para reducir la producción de Nissan con la suficiente rapidez como para ajustarla al colapso. Esto ha obligado a Ghosn a recurrir a antiguos esquemas. Planea recortar 20.000 puestos de trabajo en Nissan –el 8,5% de la plantilla–, reducir gastos, eliminar bonus, y suspender el pago de dividendos. Sorprendentemente, también está pidiendo ayuda estatal. En Japón, Nissan puede solicitar créditos a bajos tipos de interés. Entretanto, se espera que Renault y Peugeot reciban cada uno un crédito preferente de 3.000 millones de euros del gobierno francés, a cambio de mantener abiertas las fábricas y de no despedir a los trabajadores. Ahora Ghosn también busca rescates.

Fuente: The Financial Times Limited 2009.

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