Pasan las horas y los días, y ante la indiferencia generalizada de los gobiernos y las sociedades capitalistas "occidentales", se acumulan en Gaza los muertos y los heridos que ya suman más de 440 y 2250 respectivamente. La llamada operación "Plomo Sólido" (la más contundente e impune masacre militar que Israel lanzó en Medio Oriente) no consigue sus objetivos de máxima: Descabezar a la organización político-militar de Hamás y destruir la infraestructura de lanzamiento de cohetes palestinos que siguen aterrorizando a las poblaciones judías fronterizas. Agencias y observadores internacionales son coincidentes: luego de una semana de ataques consecutivos Israel parece haber ingresado en un "callejón sin salida" y su mando político-militar se muestra vacilante a la hora de concretar el anunciado operativo terrestre para complementar las operaciones aéreas. Mientras centenares de miles de musulmanes en todo el mundo salieron a las calles en respuesta al "día de la ira" convocada por Hamás, los gobiernos árabes continúan con su postura de patética complicidad con el eje sionista USA-Europa-Israel.
Fotos: En la primera se nota el duro costo palestino; en la otra, que Hamas controla Gaza desde la clandestinidad
De acuerdo con observadores y agencias internacionales de noticias, tras una semana de bombardeos diarios y consecutivos los dirigentes de Hamás se encuentran en la clandestinidad, sus administraciones son golpeadas y sus activistas hostigados por la aviación israelí desde hace una semana, y sin embargo Hamás sigue manteniendo desde la clandestinidad su control sobre la Franja de Gaza. En medios militares y de la inteligencia árabe ya se habla de una "falla" de los mandos israelíes en la planificación de la operación y en el señalamiento de los refugios de la plana mayor de Hamás, que ha logrado sobrevivir en escondites secretos que los servicios israelíes no pudieron detectar en la mayoría de los casos. Con excepción de dos discursos grabados de Ismail Haniyeh, el jefe del gobierno de Hamas, difundidos por Al Aqsa TV, el canal del movimiento islamista, sus principales jefes como Mahmud Zahar, Said Siam o Jalil Al Hayya, no han aparecido, ni en la calle ni en los medios, destacan los corresponsales. También los diputados de Hamás y sus portavoces entraron en la clandestinidad, temiendo ser tomados como objetivos militares por Israel, comunicándose esporádicamente con la prensa por teléfono desde sus refugios y escondites. La eliminación el jueves de una figura de Hamás, Nizar Rayan, en momentos en que estaba de paso por la casa de su familia, fue una excepción que activó aún más los recaudos clandestinos de la cúpula islamista. Durante la noche del miércoles la aviación israelí arrojó miles de octavillas sobre la Franja de Gaza exhortando a la población a informarle del paradero de los combatientes de Hamás, según citan testigos. Pese a las precauciones que deben tomar por razones de seguridad, la comunicación entre la dirección de Hamás y su base "nunca se ha interrumpido", señaló a la prensa un jefe del movimiento, Ayman Taha, contactado por teléfono.
Según fuentes de Hamás, cuando los dirigentes están obligados a salir de sus escondites se desplazan de incógnito, evitan circular a bordo de automóviles o utilizar teléfonos móviles. "Aun cuando corren el riesgo de ser asesinados, mantienen el contacto con el pueblo yendo a ver a los heridos o a los padres de mártires", afirmó Taha. Según el vocero, Hamás ha tomado medidas para garantizar la continuidad de la toma de decisiones a nivel de su dirección y del mantenimiento del orden en la calle. "No vamos a tolerar la anarquía", aseguró. Hamás ejerce el gobierno en Gaza desde junio de 2007, fecha en que desalojó a Abbas, aliado de Israel, y a las fuerzas fieles de Al Fatah, que fueron echadas de Gaza luego de perder una guerra con la organización islámica.
"Nuestro régimen no caerá y no podrán aniquilar a Hamás", afirma Taha, citado por la AFP precisando que han tomado "medidas estrictas para garantizar la seguridad durante sus desplazamientos y comunicaciones". La policía de la organización, que ha perdido decenas de hombres así como su jefe Tawfiq Jaber en los primeros ataques el sábado 27 pasado, sigue desplazando agentes de civil para controlar las principales vías, comprobaron periodistas de la AFP. "La policía ha creado una célula de urgencia y decretado el estado de emergencia entre sus 9.000 miembros", afirma su portavoz Islam Shahwan. "Trabajamos en coordinación con el servicio de seguridad interior y recibimos las quejas de los ciudadanos en números de teléfonos que hemos publicado en la prensa", dijo.
"Operamos desde lugares que son mantenidos en secreto. La dirección de la policía se ha reunido en tres oportunidades desde el comienzo de los ataques y hemos preparado planes de urgencia para enfrentarnos a una eventual ofensiva terrestre", añadió Shahwan.
Según él, los policías "han recibido la orden de oponerse al enemigo si invade la franja de Gaza". Por su parte Ayman Taha también afirmó que el brazo militar del Hamás dispone de su propia red de comunicaciones que le permite mantener el contacto con sus activistas y con la dirección política. Tras reconocer que la mayoría de los ministerios en Gaza están paralizados tras la destrucción de sus oficinas, Taha dijo que los servicios de seguridad, por el contrario, "reciben regularmente las órdenes de sus dirigentes, que a su vez reciben instrucciones de la escala política". Confirmó así que los dirigentes se comunican con sus subordinados por radio o línea telefónica terrestre. "El régimen político de Hamás no se basa en ladrillos o en los edificios ni en un grupo de individuos. Hamás está presente en cada calle y en cada casa y sabrá enfrentarse a la agresión", sentenció. Desde el inicio de la campaña israelí, las fuerzas de defensa israelíes han atacado más de 500 blancos de Hamas.
Sin embargo, señala Jeremy Bowen, editor para el Medio Oriente de la BBC,una semana de bombardeos no ha logrado detener el lanzamiento de misiles, por eso Israel debe decidir ahora si enviar o no tropas al terreno. Muchas familias en Gaza han abandonado sus casas cerca de Israel, por temor a las La "ira de los musulmanes". Mientras tanto, miles de palestinos en Cisjordania se unieron a las manifestaciones convocadas por Hamas, que decretó "un día de ira" en los territorios palestinos, para protestar contra la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza. Según la BBC, la policía antidisturbios en Jordania lanzó gases lacrimógenos para detener a una manifestación que se dirigía a la embajada israelí, mientras que en Estambul, miles de turcos quemaron banderas israelíes después de las plegarias del viernes. La ira de los manifestantes en Cisjordania no sólo ha sido dirigida hacia Israel sino también hacia los gobiernos árabes y sus líderes por no haber hecho lo suficiente para detener la ofensiva israelí. Muchos mostraron también su ira contra los países árabes por no frenar la ofensiva israelí. Las protestas también tuvieron lugar en otros puntos del Medio Oriente y en varios países asiáticos, así como también en Australia y en Kenia. Según la BBC, la policía antidisturbios en Jordania lanzó gases lacrimógenos para detener a una manifestación que se dirigía a la embajada israelí, mientras que en Estambul, miles de turcos quemaron banderas israelíes después de las plegarias del viernes. En Jordania, la Policía se vio obligada a despejar una protesta violenta de centenares de personas frente a la Embajada israelí en Amán. "Hamás, venganza", "Nada de Embajadas judías en territorios árabes" o "Oh Hamás: bombardea Tel Aviv", fueron algunos de los cánticos que acompañaron a los manifestantes, teniendo en cuenta que la mayoría de los jordanos descienden de palestinos que abandonaron los territorios que acompañaron a la creación de Israel en 1948. La agencia Reuters informa de manifestaciones en India, Afganistán, Jordania, Indonesia, Turquía, Egipto, Líbano, Yemen, Irán, así como una pequeña manifestación celebrada en Londres por parte de musulmanes británicos y, por descontado, en las cinco principales ciudades de Cisjordania, desde Hebrón a Nablús, pasando por la capital, Ramala. La convocatoria de Hamás tuvo lugar el jueves, tras la muerte del enlace entre el ala política y el ala militar del grupo islamista, Nizar Rayyan, su mujer y 11 de sus 12 hijos el jueves como consecuencia de un bombardeo israelí. En su comunicado de respuesta, Hamás instó a los musulmanes a expresar su dolor ante la intervención israelí sobre la Franja, "este horrible crimen que deja todas las opciones abiertas para la resistencia contra el enemigo, incluidos martirios (ataques suicidas) y ataques contra intereses sionistas en todas partes". Las autoridades egipcias desplegaron miles de policías de la brigada antidisturbios para prevenir marchas en El Cairo. Egipto, Jordania e Indonesia son los países que de momento han registrado la mayor afluencia de manifestantes, con al menos 5.000 personas congregadas en las respectivas protestas de Ismailia, Amán y Yakarta. Desde la capital egipcia, los Hermanos Musulmanes --posiblemente la organización musulmana autoproclamada no violenta más importante del mundo-- organizó una multitudinaria manifestación "para declarar nuestra rabia y nuestra solidaridad con el pueblo palestino", según declaró el subsecretario de la organización, Mohamed Habib. En total, cerca de una treintena de manifestantes han sido detenidos en El Cairo, a los que hay que sumar a 20 componentes de la organización arrestados tras cuatro redadas en otras tantas provincias. La protesta de Indonesia fue organizada por el partido conservador musulmán de la Justicia y la Prosperidad, una de las principales fuerzas parlamentarias de la nación con mayor población musulmana del mundo. En un discurso pronunciado ante la fuertemente custodiada Embajada estadounidense en Yakarta, el presidente del partido, Tifatul Sembiring, instaba al presidente estadounidense, George W. Bush, a retirar su apoyo a Israel. "¿Qué es lo que le pasa, señor Bush? ¿Se imagina que fuera su familia la víctima (de los bombardeos)?", se preguntó. En India, al menos 50 personas resultaron heridas tras enfrentarse con la Policía de la región de Cachemira, concretamente en su capital de verano, Srinagar, así como en Hyderabad, al sur del país. Allí, un grupo de manifestantes intentó prender fuego a una efigie del primer ministro israelí, Ehud Olmert. Y en Afganistán, cerca de un millar de manifestantes se concentraron ante la mezquita de Nabawi, en Kabul, ondeando la bandera verde del Movimiento y quemando un orangután de peluche con las siglas "USA" escritas en su frente, exigiendo al presidente afgano, Hamid Karzai, "que se condene el bombardeo porque de lo contrario, la presencia de las fuerzas internacionales en Afganistán será inaceptable", declaró Abdul Hamid, uno de los manifestantes. Cerca de 5.000 fieles se congregaron en Estambul, tras la oración del viernes, al grito de "Maldito Israel, Maldito sionismo". Finalmente, en Turquía se ha dado una de las críticas oficiales más rotundas a los bombardeos israelíes desde fuera de Oriente Próximo, y ha tenido como protagonista al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien calificó el ataque israelí, directamente, de "crimen contra la humanidad".
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