23 nov 2008

Citigroup finalmente será rescatado


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La crisis financiera se gestó en Estados Unidos y es allí donde se está cobrando sus víctimas más ilustres. Algunos de los grandes símbolos del poderío económico de Estados Unidos han caído ya o están en situación precaria: los bancos de inversión Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch, el gigante asegurador AIG o la automovilística General Motors, que lucha por evitar la bancarrota. Pero lo que tiene en vilo a Wall Street estos días es el futuro del coloso financiero Citigroup.

Sandro Pozzi, el corresponsal del madrileño El País en Manhattan, lo explicó casi en detalle: "La entidad neoyorquina, que hace apenas 2 años era el banco más poderoso del mundo, atraviesa un momento crítico que podría obligar al Departamento del Tesoro y a la Reserva Federal (Fed) a salir en su rescate ante la desconfianza y el miedo que domina en el parqué, para evitar así otro caos que ponga de rodillas a los mercados mundiales y a la economía. Una opción que ya discuten las autoridades federales y directivos del banco." Citigroup se había negado hasta a la fecha a que Washington DC saliera en su rescate, aunque con la Operación Wachovia, que le salió mal, intentó comprar una entidad para así justificar recibir ayuda gubernamental: un autosalvataje tan obvio que se frustró cuando Wells Fargo negoció con Wachovia. Citigroup decidió permanecer inmutable (lo de la demanda penal contra Wachovia y Wells Fargo no se lo creyó nadie), asegurando disponer del colchón de capital (US$50.000 millones) y de la liquidez para absorber futuras pérdidas originadas por la crisis y proteger sus depósitos. Pero, poco después, la entidad recibió una inyección de US$25.000 millones del fondo de estabilidad que gestiona el Tesoro. Sin embargo, elmencionado Pozzi recordó: "El colapso de Lehman Brothers acabó con la teoría del "demasiado grande para caer", que había alentado decisiones arriesgadas alimentadas de endeudamiento excesivo, en el convencimiento de que el Estado intervendría si las cosas se torcían. Pero el Tesoro y la Reserva Federal dejaran quebrar a la entidad en septiembre quitándole la red de seguridad que protegía a la banca de inversión". La quiebra de Lehman en septiembre agudizó el descalabro de los mercados bursátiles y la desconfianza entre los bancos, que amarraron toda la liquidez que atesoraban. El G-7 cambió el rumbo apenas 1 mes después y reinstaló la teoría del "demasiado grande para caer". Luego, USA, Francia, Reino Unido, Holanda, Bélgica, España y Alemania se comprometieron a intervenir para evitar el derrumbe de cualquier entidad "con importancia sistémica", una importancia que Lehman Brothers había demostrado tener. Ése es el argumento que ha respaldado las recientes decisiones del Gobierno estadounidense ante la debilidad del gigante asegurador AIG, al que ha prestado más de €140.000 millones. En ese contexto se llega a la posible nueva intervención en Citigroup. En un último intento por restaurar la confianza de los inversores, sus gestores están estudiando diversas alternativas, entre las que se encontrarían además la partición del conglomerado o la fusión de la entidad con otro banco. También se contempla la posibilidad de que Vikram Pandit renuncie al cargo de consejero delegado o CEO. Padint aseguró el viernes 21/11 que no tiene intención de partir la compañía ni de vender la división de corretaje SmithBarney. Pero las acciones están en caída libre y cerraron la semana perdiendo 2/3 de su valor, colocándose por debajo de los US$4. Citigroup vale tan sólo US$21.000 millones, frente a los US$274.000 millones en diciembre de 2006. Tampoco se sabe si Citigroup será capaz de soportar una recesión prolongada de la economía que amenaza con ser planetaria. El eventual colapso del conglomerado está poniendo en cuestión la utilidad de los fondos públicos que moviliza el Tesoro para salvar a la banca.

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