14 mar 2009

Parece el principio del fin de los Paraísos Fiscales


loultimoenpolitica.blogspot.com

Son el patio de recreo de los super ricos, ciudades secretas de operaciones financieras internacionales y presuntos refugios del dinero delictivo. Pero los paraísos fiscales, desde Mónaco hasta las Islas Vírgenes británicas, que durante décadas han mantenido a raya a las comisiones de vigilancia financiera, podrían tener los días contados. En el pasado reciente EEUU y el Reino Unido promovieron los Golpes de Estado y los financiaron; pero de la noche a la mañana se reconvirtieron en "defensores de los DDHH" y persiguieron y presionaron toda señal de ello. Hoy le toca el turno a los Paraísos Fiscales. Primero los promovieron y ahora comenzaron una cruzada contra ellos. Todo dentro del mismo sistema corrupto, perimido, putrefacto y hundido del capitalismo.


La semana pasada, Gordon Brown se unió a una coalición creciente de líderes mundiales ?entre los que se incluyen el presidente Barack Obama y el papa Benedicto XVI? que exige medidas para levantar el velo de secretismo que envuelve a los más de 40 territorios de todo el mundo que se alimentan de la evasión de impuestos, y abrirlos al escrutinio y la asunción de responsabilidad.

En su discurso ante el Congreso estadounidense, Brown habló de los peligros del proteccionismo e instó a EEUU a aprovechar su oportunidad. "¿No estarían mucho más seguros nuestros ahorros si el mundo entero se uniera, por fin, para deslegalizar los sistemas bancarios ocultos y paraísos fiscales?". Con los bancos considerados, por lo general, como los villanos de la recesión, la llamada de Brown levantó una ovación.

Y, en la Avenida de Pensilvania, se despertó la fibra sensible. No en vano, Obama se había centrado en los paraísos fiscales mucho antes de llegar a la Casa Blanca y, la semana pasada, su secretario del Tesoro, Tim Geithner, presentó una ley por la que cualquier americano usuario de paraísos fiscales podría ser culpable de evasión de impuestos.

Apoyo mundial

Este tipo de opiniones cobran fuerza por todo el mundo. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha pedido que Suiza se incorpore a una lista negra de los países supuestamente cómplices en materia de evasión de impuestos, desatando un pequeño incidente diplomático. Además, asegura que esta cuestión tendrá prioridad en la agenda de la reunión del G-20 en Londres. La canciller alemana, Angela Merkel, tiene la mirada puesta en Suiza, Austria y Liechtenstein por las alegaciones de que habrían ayudado a ciudadanos alemanes a ocultar efectivo al fisco.

Según el grupo de presión Tax Justice Network, las principales economías perdieron 180.000 millones de libras (200.000 millones de euros) al año en los paraísos fiscales y calcula que sólo el Reino Unido pierde anualmente más de 4.000 millones de libras (4.450 millones de euros), en su mayoría con destino a territorios de la corona británica como Jersey, Guernsey o la Isla de Man.

Claro que todo eso podría cambiar. Se necesitan desesperadamente ingresos fiscales para llenar los agujeros negros financieros creados a raíz de los gigantescos rescates bancarios por todo el mundo y los paraísos fiscales -de los que, en algunos casos, se sospecha que podrían estar vinculados al blanqueo de dinero y la elite delictiva internacional-, parecen un blanco fácil para tapar parte de los huecos. Pero, ¿es realmente tan sencillo?. "Existe una necesidad evidente de hacer algo con los paraísos fiscales", opina en el London Business School. Richard Murphy, de Tax Research UK, reconoce que "no se pueden deslegalizar los paraísos fiscales. En su mayoría, se trata de Estados independientes.No se le puede decir a Luxemburgo que es ilegal. ¿Qué significado tendría, de todos modos?", apunta.

¿La mayor estafa fiscal?

Un pequeño edificio de oficinas de cinco plantas en la capital de las Islas Caimán, George Town, es una de las peores pesadillas de Obama. Ugland House es la sede oficial de más de 18.000 empresas, aunque sólo trabajan 241 personas. Según Obama, ?o es el edificio más grande del mundo o la mayor estafa fiscal del planeta?.

Los bancos americanos Goldman Sachs y Morgan Stanley han registrado docenas de empresas en Ugland House a lo largo de los años. Toscafund, la sociedad de fondos de cobertura presidida por el ex presidente de Royal Bank of Scotland, sir George Mathewson, es una de las empresas británicas registradas allí.

Y en el resto de George Town pasa tres cuartos de lo mismo. En total, por cada residente en las Islas Caimán, hay dos empresas registradas y unos cinco fondos de inversión. Un socio del bufete de abogados dueño de Ugland House insiste en que no hay ninguna pretensión de que esas sociedades se dirijan desde su oficina y argumenta que la pequeña isla del Caribe es un lugar práctico para que los inversores junten su capital. Todos sus clientes pagan impuestos en otro lugar, asegura. A menudo escogen las Islas Caimán por un sistema jurídico que, según él, se ha adaptado especialmente para operar con vehículos financieros especializados.

?Los organismos gubernamentales de EEUU y el Banco Mundial han invertido con frecuencia en fondos de inversión de las Islas Caimán para respaldar empresas y financiar proyectos de infraestructuras en países en desarrollo en América del Sur, Oriente Medio y África?, añade.

En otros tiempos, los gobiernos del mundo apoyaban los mercados emergentes de capital, alimentados con capital que fluía a través de fondos registrados en paraísos fiscales.

Pero, ahora que los contribuyentes de todas partes poseen grandes porcentajes de los bancos, surge una extraña tensión. Como desvelaba The Sunday Times, Royal Bank of Scotland posee 238 sociedades en paraísos fiscales, incluidas 66 en las Islas Caimán y 30 en Jersey. E incluso imprime los billetes de la Isla de Man. Y Lloyds Banking Group, en conversaciones con el Gobierno para que los contribuyentes asuman una participación todavía mayor, cuenta con 125 sociedades en el exterior (offshore).

Barclays ha sido desde siempre uno de los bancos internacionales más agresivos en materia de impuestos y Citigroup, ahora propiedad en parte de los contribuyentes americanos, posee más de 400 filiales en paraísos fiscales distribuidas entre las Islas caimán, las Islas Vírgenes británicas y Luxemburgo.

Antigua, otro paraíso fiscal caribeño, fue el lugar de origen del supuesto fraude de 8.000 millones de dólares de Allen Stanford y gran parte del dinero que se canalizaba hacia los fondos de Bernard Madoff pasó, primero, por vehículos de inversión registrados en Suiza o Luxemburgo.

No hay comentarios: