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El jefe de General Motors en Europa, Carl-Peter Forster, ha anunciado que el plan de saneamiento de Opel contempla la reducción de "no más" de 3.500 puestos de trabajo y recortes salariales, en declaracioneas publicadas hoy por el rotativo alemán Bild. Además, el fabricante de coches está buscando ayudas estatales para salvar a su filial alemana, que precisaría una inyección de más de 3.00 millones de euros.
"Deberemos soportar nuevos recortes de los ingresos. Además habrá que contar con la reducción de esperemos que no mas de 3.500 puestos de trabajo", señala Forster. En la entrevista se muestra además favorable a que los cuatro estados federados alemanes donde existen plantas de Opel adquieran capital de la empresa para garantizar su supervivencia. De acuerdo con el directivo, "de lejos la mejor solución" sería el cierre de fábricas, pero admitió la necesidad de considerar otras opciones como partidas voluntarias de trabajadores y reducciones salariales "significativas". Independencia de General Motors: Por otra parte, destacó que "para el rescate de todas las factorías se necesitan préstamos o participaciones directas por valor de 3.300 millones de euros hasta 2014. Si participan España, Bélgica y Gran Bretaña, la aportación alemana oscilaría entre 2.000 y 3.000 millones". Forster recordó que ya había obtenido garantías por 200 millones de euros del gobierno de Aragón, que afirmó que pondría encima de la mesa "lo que haya que poner", y añadió que las conversaciones con el gobierno británico están siendo "muy positivas". De llevarse a cabo el rescate, tanto en forma de garantías de créditos apoyadas por el Estado o mediante una nacionalización parcial, Opel se convertiría en una empresa independiente de GM. En este sentido, Forster subrayó que el grupo estadounidense "tiene un gran interés en la independencia de Opel y esta dispuesta a ser flexible en el reordenamiento de la propiedad de la empresa. Si nos separamos no fluirá ni un euro en oscuros canales". Igualmente, el presidente de GM Europa afirmó que Opel es una empresa con capacidad de supervivencia que "hasta otoño de 2008 registró beneficios. Tras un nuevo comienzo podríamos alcanzar un rendimiento de hasta el 5%". GM Europa emplea directamente a unas 50.000 personas en el continente y entre 200.000 a 300.000 podrían verse afectadas de forma indirecta, si se tienen en cuenta los proveedores de Opel, según informó la empresa.
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