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La industria electrónica de Japón no levanta cabeza. A los desastrosos resultados del gigante Sony, y a las pérdidas de Canon, NEC, Hitachi y Toshiba, se le sumaron ahora los números rojos de Panasonic, que prevé pérdidas de 380.000 millones de yenes (3.230 millones de euros) para el año fiscal que termina en marzo, las primeras en seis años.
Éste es un dato peor de lo esperado y que se fundamenta en los números rojos obtenidos durante el tercer trimestre de 2008 (670 millones de euros), un año en el que las ventas se han desplomado un 30%. Según esas previsiones, el trimestre en curso será una pesadilla aún más aterradora. La reacción no se ha hecho esperar, y la multinacional ya ha anunciado, como hicieron las demás, su intención de cerrar hasta 27 plantas y deshacerse de 15.000 empleos en todo el mundo, un 5% de la plantilla. Como en el caso de Sony, la abrupta caída de la demanda de televisores TFT y de semiconductores ha sido fatal para Panasonic, que califica la situación de «severa gravedad». Su director financiero, Makoto Uenoyama, añadió que la apreciación del yen y los costos de reestructuración son también dos factores importantes en este resultado negativo. Según los planes hechos públicos ayer, la productora de Osaka dejará a 7.500 trabajadores nipones en la calle antes de 2010, y otros tantos perderán su empleo en el resto del mundo. La decisión se tomará en función de que la planta haya tenido pérdidas en los últimos tres años, por lo que Filipinas y Malasia se verán afectadas con seguridad.
La industria electrónica de Japón no levanta cabeza. A los desastrosos resultados del gigante Sony, y a las pérdidas de Canon, NEC, Hitachi y Toshiba, se le sumaron ahora los números rojos de Panasonic, que prevé pérdidas de 380.000 millones de yenes (3.230 millones de euros) para el año fiscal que termina en marzo, las primeras en seis años.
Éste es un dato peor de lo esperado y que se fundamenta en los números rojos obtenidos durante el tercer trimestre de 2008 (670 millones de euros), un año en el que las ventas se han desplomado un 30%. Según esas previsiones, el trimestre en curso será una pesadilla aún más aterradora. La reacción no se ha hecho esperar, y la multinacional ya ha anunciado, como hicieron las demás, su intención de cerrar hasta 27 plantas y deshacerse de 15.000 empleos en todo el mundo, un 5% de la plantilla. Como en el caso de Sony, la abrupta caída de la demanda de televisores TFT y de semiconductores ha sido fatal para Panasonic, que califica la situación de «severa gravedad». Su director financiero, Makoto Uenoyama, añadió que la apreciación del yen y los costos de reestructuración son también dos factores importantes en este resultado negativo. Según los planes hechos públicos ayer, la productora de Osaka dejará a 7.500 trabajadores nipones en la calle antes de 2010, y otros tantos perderán su empleo en el resto del mundo. La decisión se tomará en función de que la planta haya tenido pérdidas en los últimos tres años, por lo que Filipinas y Malasia se verán afectadas con seguridad.
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