El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó hoy martes el multimillonario plan de estímulo para reactivar la economía del país, mientras que Brasil advirtió que podría adoptar medidas legales contra el paquete. El Sábado pasado EEUU firmó una declaración junto a las otras seis potencias más industrializadas del mundo (G7) en la cual rechaza el proteccionismo. Nuestra página lo advirtió junto con el proteccionismo que también practica Italia y Francia con sus planes en la industria automotriz.
Desde que el mandatario estadounidense anunció su paquete de casi US$800.000 millones, que contempla reducir impuestos y aumentar el gasto en proyectos públicos, ha recibido quejas tanto internas como externas. En el ámbito internacional, los primeros en reaccionar ante el paquete fueron la Unión Europea y Canadá, que criticaron la inclusión de una cláusula de "Compre estadounidense" (Buy American) que exige que en los proyectos de obras públicas sólo se utilice hierro, acero y bienes manufacturados en el país. Ante la presión internacional, el Senado estadounidense decidió suavizar la polémica cláusula al aclarar que la medida debe ser aplicada "de manera consistente con las obligaciones de EE.UU. bajo los acuerdos internacionales". Pero esto no disipó los temores de la comunidad internacional. El lunes China se manifestó en contra de la cláusula y este martes fue el turno de Brasil.
Queja formal de Brasil
Señales de aviso
Hace poco, en una entrevista para la BBC, el presidente brasileño, Luiz Inácio "Lula" da Silva, dijo que en los buenos tiempo los países ricos han hablado mucho sobre el libre comercio, y ahora que han creado la crisis no deberían inclinarse por medidas proteccionistas que tantas veces ha significado un retroceso para el mundo. Brasil es el primer país que amenaza con denunciar formalmente a EE.UU. ante la OMC, puesto que China ha mostrado su disconformidad en varias ocasiones, pero sólo se ha limitado a enviar señales a su socio comercial. El lunes el portavoz del Ministerio de Comercio considera que el proteccionismo estadounidense "no es una solución", sino "un veneno". Dentro de Estados Unidos: En el ámbito nacional, la mayoría de los republicanos mostraron reticencia al Plan por considerar que la medida no incluye suficientes recortes impositivos y que la economía permanecerá sobrecargada de deudas durante años. "Una tercera parte del dinero se destinará a recortes impositivos. El resto formará parte de un amplio paquete de gastos para reconstruir puentes, carreteras, presas, una nueva red eléctrica, programas ecológicos de energía, al igual que ayuda a los desempleados y atención a la salud", señaló el periodista de la BBC en Washington, Richard Lister.
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