17 dic 2008

Una cumbre con muchas diferencias


loultimoenpolitica.blogspot.com

Los líderes de América Latina y el Caribe que participaron esta semana de una serie de cumbres regionales que buscan hacer frente a la crisis económica mundial, llegaron a la cita en Brasil, divididos por una larga lista de diferendos intrarregionales.

Se trataba de la primera Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), que también incluyó reuniones del Mercado Común del Sur (Mercosur), de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y del Grupo de Río. Y si bien de poco sirvió el inédito encuentro para poner fin a muchas de estas rencillas, para lo que sí parece haber servido es para reforzar entre los mandatarios la idea de que es necesario realzar el papel de la región en la toma de decisiones políticas y económicas del mundo. A eso apuntaron muchos de los discursos que dieron los presidentes y representantes de los 33 países reunidos en el balneario de Costa do Sauípe, en el estado de Bahía.

Un sistema financiero propio

La señal más fuerte de independencia regional la dio la invitación a Cuba a sumarse al Grupo de Río, marcando la primera vez desde la década del 60 que la Isla es incluida en un grupo de integración continental. El principal aliado de Cuba, el mandatario venezolano Hugo Chávez, fue quien más resaltó el evento como una forma de distanciar a la región del liderazgo tradicional de Estados Unidos. Chávez además insistió en la necesidad de crear un fondo regional para financiar el desarrollo, a través del uso del 1% de las reservas de divisas de América Latina y el Caribe, lo que sumaría unos US$500 mil millones. El proyecto del mandatario bolivariano contempla la creación de un Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), destinado a fomentar el intercambio comercial en monedas locales y poner fin a lo que Chávez consideró "la dictadura del dólar". "Hay que crear nuestro sistema. Sólo con un sistema nuestro pudiéramos influir en el sistema mundial", señaló el presidente venezolano.

Acercamiento

La megacumbre, como se llamó al encuentro múltiple en Costa do Sauípe, también sirvió para dar estímulo a nuevas alianzas. Ese fue el caso por ejemplo entre Uruguay y Paraguay. Este último recibió de manos de Brasil la presidencia rotativa del Mercosur, decisión que fue muy celebrada por el gobierno de Tabaré Vázquez, quien consideró al país de Fernando Lugo como "más cerca de los intereses uruguayos". Esta simetría aparece como un pequeño oasis en medio del mar de desacuerdos en el que se encuentra sumergido el Cono Sur. Por un lado, están los reclamos contra Brasil: Ecuador y Paraguay cuestionan la deuda que mantienen con el país por la construcción de hidroeléctricas; Bolivia quiere un aumento en el precio del gas que le vende, y Argentina rechaza la postura de apertura comercial que postula Brasilia en las negociaciones de la OMC. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner también mantiene una pelea con Montevideo, por el cierre de un puente binacional a manos de ambientalistas argentinos que protestan por la instalación de una planta de celulosa finlandesa en la margen uruguaya del río que comparten. Además, Tabaré Vázquez acaba de prohibir a los empresarios de la multinacional celulósica Botnia declarar ante la Justicia Argentina, amparándose en una cláusula del Mercosur. Argentina realizó una denuncia por "tentativa de contaminación" a la multinacional, pero con la decisión de Vázquez, Argentina lo sintió como una nueva traición. Por otra parte, Argentina propuso a Nestro Kirchner como Sectretario de Unasur, pero Tabaré Vázquez se opone y vetó la posibilidad. Argentina mucho más molesto aún. Pero como si fuera poco; Argentina propuso elevar el Arancel Externo Común del Mercosur; y Uruguay también se opuso. La situación es muy tensa y Aregentina ya está pensando en una venganza importante. No contra Uruguay, sino contra Tabaré Vázquez.

¿Puede haber unidad?

A estas diferencias se suman los muchos otros desacuerdos de la región, que no fueron tema de esta última megacumbre, como las peleas entre Chile y Bolivia por la salida al mar, entre Chile y Perú por su delimitación marítima y los serios choques entre Colombia, por un lado, y Venezuela y Ecuador por el otro, en torno a la lucha contra la guerrilla y la erradicación del cultivo de coca. Así las cosas, ¿es posible que América Latina se alce con una sola voz, en una región tan diezmada por desacuerdos internos? El analista internacional Sergio Berensztein, quien asistió a la megacumbre de Costa do Sauípe, advierte que el historial no es positivo. "Hubo múltiples intentos de generar mecanismos de coordinación en la región que no tuvieron éxito, así que el legado no genera demasiado optimismo de cara al futuro", señaló. Sin embargo el experto de la consultora política Poliarquía cree que la gravedad de la crisis económica mundial ofrece "mayores incentivos para coordinar algunas políticas". De esta forma, si bien no se puede pretender aunar las posturas en todas las áreas, sí es posible que haya cierto nivel de acuerdo, que no existió en el pasado. "Sobre todo en lo vinculado a lo económico y financiero, es probable que haya coordinación y una voz más contundente", opinó Berensztein.
fuente: BBC y otras agencias.

No hay comentarios: