Cumbre: Europa implora a Asia que no practique "el proteccionismo"

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CUMBRE ASIA-UE NO RESISTE Y LA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL ES EL CENTRO DE DICHO EVENTO: EL PRESIDENTE DE LA UE SARKOZY PIDE UN "FRENTE COMÚN" AL TIEMPO QUE EL PTE. DE LA COMISIÓN EUROPEA, DURAO BARROSO, IMPLORA A ASIA QUE NO PRACTIQUE "EL PROTECCIONISMO NI LOS NACIONALISMOS"/ SI NO FUERA TRÁGICO DARÍA PARA REIRSE.

La séptima cumbre entre Asia y Europa (ASEM) arrancó ayer en Pekín con una agenda trastocada por la crisis global. Asuntos como la cohesión social, la seguridad alimentaria o el cambio climático se vieron eclipsados por la búsqueda de respuestas a la actual tormenta financiera mundial. Ante los líderes de los 27 países europeos —excepto el británico, Gordon Brown- y de los 16 países asiáticos presentes en el Palacio del Pueblo de Pekín, el líder francés y presidente de la UE, Nicolas Sarkozy, mostró su deseo de lograr un “frente común” entre Asia y Europa con vistas a la reunión internacional del 15 de noviembre sobre la crisis financiera, una cita que está en la mente de todos los participantes, especialmente del líder español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha buscado en Pekín apoyos a su pretensión de participar en la cumbre de Washington.“Europa presentará un rostro común, con propuestas reflexionadas y preparadas en común”, indicó Sarkozy. “Pedimos a Asia que apoye este esfuerzo, para que el 15 de noviembre podamos decir juntos al mundo entero que las causas que han producido esta crisis sin precedentes no volverán a repetirse”, añadió. Tentaciones proteccionistasEl mismo mensaje ha lanzado el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que considera no se puede “hacer frente a este desafío cerrando la puerta y cuidando sólo de nuestra casa”. En este sentido, Barroso instó a los líderes asiáticos a resistir la tentación de caer en el proteccionismo o el nacionalismo como respuesta a la crisis económica.Asia, por su parte, ha dejado claro en esta cumbre con Europa que no está al margen de la tormenta financiera. De hecho, China está considerada como protagonista crucial en cualquier respuesta global a una crisis. No sólo es la economía de más rápido crecimiento, sino que cuenta con unas reservas de divisas de 1,9 billones de dólares, unas razones que llevan a muchos países de la Asem a reclamar un mayor liderazgo del gigante asiático.Siempre cauta en sus respuestas, las autoridades chinas han pedido una mayor cooperación internacional para crear un “justo” sistema financiero global, desean mayor vigilancia por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y han anunciado que están “considerando positivamente” la invitación a participar en la cumbre internacional de Washington.Las preocupaciones asiáticas por la crisis también se han plasmado en la creación, por parte de trece países asiáticos de un fondo de reserva de 80.000 millones de dólares en ayuda financiera contra la crisis, a iniciativa de China, Japón y Corea del Sur. Cambio climáticoAparte de las preocupaciones financieras, la cumbre de la Asem también ha tocado otros aspectos como la protección del medioambiente. En su discurso inaugural, Nicolas Sarkozy ha urgido a los países asiáticos a participar en la lucha contra el cambio climático, advirtiendo que el objetivo no está en contra de “la aspiración de crecimiento”.La UE acaba de confirmar al máximo nivel su promesa unilateral de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (20% en 2020 respecto a los niveles de 1990 y 30% en caso de que se sumen otros socios internacionales).Entre europeos y asiáticos también existen divergencias en lo que respecta a Birmania (Myanmar) y el proceso de supuesta democratización emprendido por la Junta Militar en el poder. Europa no comparte la actitud de no injerencia mantenida tradicionalmente por la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean).La concesión del premio Sájarov de 2008 al disidente chino Hu Jia ha añadido también otro elemento de tensión al programa de la VII cumbre euroasiática. Aunque el galardón es concedido por el Parlamento Europeo, sin intervención ninguna ni de los Gobiernos de la Unión ni de la Comisión de Bruselas, las autoridades chinas habían amenazado con un deterioro de las relaciones con Europa si el activista era finalmente premiado.