25 jun 2009

el Candidato del Frente Amplio en Uruguay


loultimoenpolitica.blogspot.com

Fue guerrillero. Fue revolucionario. Fue de izquierda. Fue amigo de Chávez. Conozca hoy al Candidato del Frente Amplio en Uruguay: se podría decir que además de candidato del FA en Uruguay es el candidato del FMI, del BM, de Washington, de la burguesía nacional.

Mujica procuró enviar un mensaje de tranquilidad y recomendó a los que temen que se transforme en presidente de la República que "duerman tranquilos". De hecho, sólo se refirió al "socialismo" para criticar el modelo soviético, al "hombre nuevo" para decir que es "una quimera" y al Estado para acusarlo de varios de los problemas del Uruguay.

Ahora, a días de las elecciones internas, el senador tupamaro se ubicó "a la derecha de Wilson (Ferreira) en todo", y aseguró que el caudillo blanco "estaba mucho más a la izquierda porque planteaba la nacionalización de la banca".

Criticó además, al presidente venezolano Hugo Chávez y opinó que hace "cualquier disparate" porque "está sentado en el petróleo" y que él no quiere "saber de nada con todo eso" porque "esa película" ya la vio.

Mujica sostuvo además, que en caso de ser presidente buscará atraer la "inversión privada" para generar más trabajo y defenderá "el capital como la principal semilla" para el crecimiento y para una mejor distribución de la riqueza.

Anunció por otra parte, que si gana el próximo domingo 28 ofrecerá a su principal competidor en la interna, Danilo Astori, que lo acompañe en la fórmula presidencial, porque él es "mucho más apreciado por la pequeña y mediana burguesía" y sin esos sectores no de puede "manejar el país".

Informó a su vez que tiene previsto difundir "en los primeros quince días" posteriores a las elecciones internas a quién pondría como ministro de Economía con el objetivo de "tranquilizar". Prefirió no dar el nombre aunque aseguró que pertenecerá "al equipo de Danilo".

Lo que sigue es un resumen de la entrevista realizada por los periodistas Andrés Danza y Daniel Lema del semanario Búsqueda de Montevideo Uruguay:

-¿Qué piensa hacer el 28 de junio de noche, luego de conocidos los resultados?

-Lo principal es construir una dirección de campaña plural, que va a tener que funcionar desde el Frente Amplio con un pequeño equipo más operativo. Además hay que hacer anuncios importantes. En el caso de que sea candidato, voy a anunciar en los primeros quince días a quién pondría como ministro de Economía.

-¿Por qué al ministro de Economía?

-Porque es lo más importante. Hay muchos intereses especulativos en juego, no sólo nacionales. Nos puede perjudicar mucho una campaña de susto.

-¿Y cómo evita eso?

-Largo al ministro de Economía para tranquilizar. Los compradores de bonos, por ejemplo, no son bobos y si tienen una visión clara de lo que viene no van a favorecer una campaña de miedo. El próximo gobierno, sea cual sea, va a pagar los bonos en fecha y con el interés convenido porque necesita crédito. Que quede claro desde el arranque.

-¿El ministro de Economía es uno de los puntos que va a negociar con Astori?

-Y está cantado. Está en la tapa del libro. No podemos permitir que la economía atraviese etapas de incertidumbre, y eso lo logramos con el equipo de Danilo. El ministro tiene que surgir de ahí, de los que integraron el equipo económico. Pero no voy a dar nombres. Lo financiero está basado en la confianza, en los gestos.

-En caso de que gane, ¿cuáles serán los argumentos que utilizará para tratar de convencer a Astori de que acepte ser su vicepresidente?

-Tengo la obligación de respetarlo, decida lo que decida. Es una pieza muy importante del Frente y necesaria para el país. No tengo dudas que yo soy mucho más popular que Danilo y Danilo es mucho más potable para sectores claves que hay en nuestra sociedad. Es un dato de la realidad. Yo soy mucho más querido por los pobres, por los trabajadores y por la gente común y corriente. Danilo es mucho más apreciado por algunos sectores intelectuales y por la pequeña y mediana burguesía, que tienen que participar para poder manejar el país. Tienen capacidad de dirección y de conducción del país. Por eso tendríamos que estar los dos juntos en la fórmula. Si no participan esos dos sectores en la fórmula, el Frente Amplio puede perder. El país no camino solo con lo popular.

-¿Tiene pensada alguna alternativa en caso de que usted gane y Astori no acepte?

-Está brava esa. Tiene que ser él. Tenemos una semana después del 28 que va a ser clave. Además, si a mí me tocara ser presidente, el vicepresidente va a tener un papel mucho más activo independientemente de quien fuera, y si es Danilo mucho más. Acá no existe la figura de primer ministro pero en los hechos se puede transferir poder. Si yo soy presidente quiero que mi vicepresidente funcione como un primer ministro y pienso transferirle todo el poder necesario para eso.

-¿Cuáles serán las primeras medidas que adoptará en caso de ser presidente?

-Lo primero que hay que hacer, teniendo en cuenta cómo está la economía, es facilitar lo más posible la inversión privada para procurar generar trabajo. En uno de los principales lugares que hay que facilitarla, a mi entender, es en la generación de energía. No creo que el Estado tenga que meter plata en eso. Tiene que meter decisiones que impliquen atacar la burocracia y hacer mucho más ágiles a UTE y a ANCAP. Puede haber mucha inversión privada en esa área. Hay que facilitar las cosas y dejarse de joder.

-Pero hace casi cinco años que el Frente Amplio está en el gobierno, usted fue ministro durante gran parte de ese período y los problemas en la burocracia siguen. ¿Por qué asegura que eso puede cambiar durante un gobierno suyo?

-Es que hay que llevarse a los responsables por delante. Hay que usar todo el peso de la Presidencia para eso. Lo otro urgente es un plan de vivienda. No he querido hablar nada de eso porque no sé el nivel de recursos de los que voy a disponer, pero algo se puede hacer. Hay algunas personas, madres con cuatro o cinco hijos, que hay que hacerles una vivienda. Los milicos pueden dar una mano. A otros les tenés que facilitar materiales y alguna orientación para que se vayan mejorando lo que tienen. También en este caso de la vivienda hay que facilitar la financiación y combatir las trabas burocráticas del Estado.

-Usted atribuye el origen de varios problemas al Estado, pero ese mismo Estado es defendido por algunos de los sectores que lo apoyan. ¿Piensa que va a poder, una vez en el gobierno, combatir algo que es respaldado por muchos de sus votantes?

-Ya empecé. Mi alianza con el Partido Comunista persigue la transformación del Estado.

-Pero lo que está diciendo es contradictorio...

-... de ninguna manera. El Estado fue formado principalmente por el Partido Colorado, que le dio sus características. Ahora hay mucha gente del Frente Amplio trabajando en él. Y al Estado lo vamos a cambiar si convencemos a los que están adentro. No le vamos a poder pasar con una aplanadora por arriba. Los sindicatos tienen que colaborar y por eso necesito a los comunistas. Hay que dar una batalla por el convencimiento y hacer funcionar más el Estado como funcionan los privados.

-Ésas no parecen ser las ideas que su grupo ha promovido durante la campaña electoral para las internas. ¿A qué responde el cambio?

-El problema es que fui malinterpretado. Yo no soy para nada estatista. Del punto de vista de mis ideas, estoy en contra de la explotación del hombre por el hombre. Pero eso no equivale para nada estatizar.

-Usted puso como modelo a la tribu Kung San de África...

-... el sueño mío serían industrias y actividades económicas autogestionadas por los trabajadores. Es eso lo que dije con los Kung San y me agarraron para el culo. La idea es la autodirección. Pero para este hombre de hoy es una utopía bárbara, que quede claro. No quiero sustituir a los patrones por una burocracia sindical que después es peor que los patrones.

-No es eso lo que se desprende de los discursos de muchas personas de su entorno.

-... no saben lo que pienso. Yo nunca pensé así.

-¿Promover en el programa de gobierno un frigorífico nacional no va en sentido contrario a lo que dice?

-No voy a sacar un frigorífico para acomodar funcionarios públicos que después no se puedan tocar. Ni en pedo. Capaz que lo que se precisa es un frigorífico para testificar. Pero hay que sacarlo fuera del Estado, en el marco del derecho privado. Tenemos una crisis de empresismo. Ése es uno de los principales problemas de Uruguay. Los trabajadores tienen que fundar cosas, jugársela y pensar con cabeza de empresarios. Quiero trabajadores empresarios porque la empresa no es la expresión de la maldición, es la concreción de un equipo colectivo para trabajar. Además, no quiero destruir ninguna empresa que esté funcionando. Que quede claro. Por más que sea de un explotador. Porque si cierro una empresa empobrezco a toda la sociedad.

-Sin embargo, usted propuso poner en discusión el alcance de la propiedad privada en caso de que se instale una Asamblea Nacional Constituyente...

-Lo de la Constituyente lo metió el Congreso del Frente amplio. Cuando me preguntaron dije bien claro que no es tarea del gobierno, es del partido. Es el Frente Amplio el que tiene que aclarar qué es lo que quiere. Sé que entre nosotros tenemos muchas diferencias. Yo soy unicameral y el viejo (José) Korseniak no. Yo defiendo el primer ministro y el gobierno parlamentario.

-Entre otros países de América Latina las reformas constitucionales las promovió el gobierno...

-Pero acá, si el gobierno se metiera a motorizar eso, deja de gobernar y lo peor que puede haber en el país es que te quedes sin gobierno.

-¿Pero usted está a favor de limitar la propiedad privada en una reforma constitucional?

-Yo me definí a favor de limitar la propiedad de la tierra. Que no me jodan. Esa discusión es más vieja que el agujero del mate. Vayan a leer si no "Mi Compromiso con usted", de Wilson. Estoy a la derecha de Wilson en todo lo que propongo. Él estaba mucho más a la izquierda porque planteaba la nacionalización de la banca. Wilson ponía como límite 2.500 hectáreas. Yo hasta sería más flexible.

-Usted tiene muy buena relación con Hugo Chávez, que promovió una reforma constitucional en Venezuela y ahora impulsa un proyecto de ley para establecer la propiedad social de los medios de producción...

-... macanudo. ¿Y qué tiene que ver? El está sentado en el petróleo, puede hacer cualquier disparate y chau. No hay problema. Acá hacer eso es un cataclismo. Yo me llevo bien con casi todo el mundo pero él tiene una veta estatista que yo no tengo. Esa película ya la vi. No quiero saber de nada con eso.

-Sin embargo, uno de sus principales apoyos es el de los comunistas, que comparten muchas de esas cosas y tienen una visión más estatista...

-... la tienen. Lo he conversado. Me plantean un Swift (frigorífico norteamericano que fue estatizado) y yo les digo: "No, planteáme un par de barcos para pescar, una barra que se rompa el culo para trabajar, pero que sea de los negros que se autogestionen ellos y entonces agarren el poder". Ahora, querés que ponga un burócrata que lo pague el Estado y después dame salario, vacacional, esto y lo otro... no, papá, así no vale.

-Le reformulamos una pregunta para que quede clara su visión, porque ha sido un tema recurrente en los últimos meses. ¿Qué valor le otorga usted a la propiedad privada?

-La propiedad privada tiene en nuestro sistema ciertas limitaciones que son aquellas que dependen del interés colectivo. En el futuro, a la propiedad privada le van a aparecer algunos sometimientos. No por el próximo gobierno pero, por ejemplo, por las cuestiones ambientales, en las que siempre existen factores que son limitantes. Pero esto no tiene nada que ver con la expropiación, con la apropiación de las casas de la gente, con la confiscación de campos. ¡Que se dejen de joder! ¡Que duerman tranquilos, que nada de eso va a suceder! Soy de izquierda y quiero contribuir a disminuir las diferencias que existen en el reparto social. Pero si contribuyo a cometer un error que me aleja la participación en el circuito económico del capital por repartir más, termino repartiendo menos. Eso lo tengo claro. El capital es como la semilla. Si voy a trabajar, necesito semilla y si no tengo semilla marché. El capital tiene sus reglas, es asustadizo, se escurre, se va, necesita señales. Creo que es mejor respetar eso que tener que pasar por una crisis de capital y tener que caer en una sociedad en la que tenés que racionar todo.

-"Esa película ya la vi" decía recién y ahora habla de que no se puede repartir desde la pobreza. ¿A qué se refiere?

-Yo me hago cargo del fracaso de la Unión Soviética. Es el fracaso de todo eso. Por ese lado no camina la cosa. Bueno, entonces hay que planteársela de otra manera. Tampoco voy a decir que soy un gran capitalista. En mi fuero íntimo no estoy con la explotación del hombre por el hombre. Pero el orden social en el que vivo está construido con eso y no es fácil de suplantar. Parece que uno no puede tener sentido común. Yo soy anarco, pero entiendo que el Estado tiene que cumplir un papel.

-Pero también ha dicho más de una vez que su objetivo es el "socialismo" y formar un "hombre nuevo". ¿Cómo piensa impulsarlo desde el gobierno?

-Lograr que un hombre se mueva con otros valores es la gran quimera. Esta lucha tiene una larga etapa que significa multiplicar la riqueza, el conocimiento y la cultura. Esas condiciones son imprescindibles para poder construir un día una sociedad mejor, que tengo claro que no lo voy a ver. Ésa es la etapa por la que hay que pasar. He vuelto a leer a Marx. No dijo en ningún lado que se puede construir el socialismo en una sociedad pobre. Ese boniato lo crearon después. El que está más viejo es Lenin. Marx vio una sociedad como maduración del proceso humano de enriquecimiento. Lo que tengo claro es que la batalla del tiempo es el enriquecimiento del país. Por eso me duele que se quiebre una empresa, aunque sea de un capitalista chupa sangre, porque empobrece a la sociedad.

-Usted ha dicho que para ser presidente de Uruguay hay que ser masón o profesional universitario. Sin embargo, ahora tiene posibilidades de serlo. ¿Qué

cambió?

-Cambió el Frente Amplio. Había gente que votaba al Partido Colorado masivamente en los suburbios y hoy está votando al Frente. Hay un cambio sociológico en la composición del Frente y ni el propio Frente se dio cuenta. El Frente es hijo de una clase media, de carácter universitario y de sectores proletarios con tradición sindicalista y apareció un nuevo actor ahora. Hay que recorrer los barrios pobres y ver a quién votan. La popularidad mía está expresando eso, porque soy un tipo parecido a ellos. Tienden a inclinarse por un igual. Se está incorporando esa gente que no pertenecía a la izquierda. En los barrios pobres votaban al Partido Colorado, al Batllismo. El Batllismo siempre tuvo la sensibilidad social y ahora ese espacio lo ocupamos nosotros.

-Usded habló a principios de año de "un terremoto" en caso de que llegue a la Presidencia. ¿Dónde está ese "terremoto" en las ideas que defiende ahora?

-Pero dije terremoto por el hecho de que alguien como yo llegue a la Presidencia. Meterse con la burocracia del Estado también es algo de eso. Pero cuando hablé de terremoto me refería a que alguien como yo sea presidente.



"Resabio feudal"


-¿Qué tiene previsto hacer el 1º de marzo en caso de que deba asumir como presidente?

-Nada. Un discursito cortito en el Palacio Legislativo y después a trabajar. Nada de gastar combustible al pedo con esos camiones carísimos del Ejército.

-Pero hasta este gobierno hizo el desfile al asumir.

-Ése es un resabio feudal que no tolero. Es como el señor cuando se paraba en el puente y tocaba la corneta. Cada cual hace las cosas como las ve. Yo no quiero nada de ceremonia y desfile. Lo que necesita el país es que labure.


"Lacalle no quiere" hablar del pasado "y yo tampoco", pero los tupamaros surgieron porque el país "era una cagada"

-¿Considera que en la campaña electoral estará presente su pasado como guerrillero?

-La primera señora que me llevó a la televisión cuando yo era diputado fue Sonia Breccia. Ahí me hizo una pregunta y se la contesté (alude a cuando dijo que el asesinato del peón Pascasio Báez por parte de los tupamaros fue "una cagada"). Después en el programa de televisión "El Reloj" también contesté. Ahora no voy a decir nada de eso. Nadie se hace la autocrítica. Yo quiero la autocrítica del (Banco) Pan de Azúcar, del afane del Banco Transatlántico, nadie dice nada. El pasado me lo piden sólo a mí.

-¿Pero cree que la campaña para las elecciones nacionales estará centrada en el pasado?

-Lacalle no quiere y yo tampoco.

-Pero pueden aparecer otros dirigentes planteando el tema

-Puede ser. Pero yo no voy a andar jodiendo con lo de Lacalle, Julita (Pou) y el Pan de Azúcar. Pero no por el pasado sino por el futuro inmediato. Estoy convencido que al otro día de las elecciones tenés que sentarte con el otro y decir: "Vo, ¿qué mierda vamos a hacer con todo esto"? Ahora, si vos te sentás y te estuviste escupiendo el ojo, ¿qué piensa la gente? Es un descrédito para el sistema político.

-¿Usted hizo una autocrítica?

Me preguntaron cosas durísimas y contesté. Ahora, del otro lado nunca veo nada. Además, a mí me quieren plantear que en el Uruguay todo era un idilio rosado y un buen día aparecen unos locos a tomar las armas. ¡No seas malo! No había ningún idilio rosado en Uruguay, era una cagada. A partir de la década del cincuenta empezamos para abajo como en un tobogán y seguíamos jugando con que "Como el Uruguay no hay". Ése fue el contexto, porque nosotros somos hijos de la crisis. Nosotros, la central de trabajadores, la reforma constitucional que tiró abajo el Colegiado y que instaló una Presidencia fuerte.

¿Por qué? Porque el Poder Ejecutivo necesitaba más poderes. ¿Por qué? Porque se achicaba la torta y no había para repartir y había más bronca. Carguemos todos con la responsabilidad que nos toca. Con esta diferencia: yo me comí 14 años.

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