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Alan Jara, el rehén que hoy iba a ser liberado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se encuentra ya en manos de la Cruz Roja, según han confirmado fuentes del organismo. Un helicóptero brasileño de la Cruz Roja, que había partido desde la ciudad de Villavicencio, en el centro de Colombia, ha recibido al rehén en las selvas del sur del país.
La aeronave Cougar brasileña, con emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), despegó a las 08.50 hora local (13.50 GMT) con la congresista colombiana Piedad Córdoba, un médico, dos delegados del organismo humanitario y cinco tripulantes. En Villavicencio se espera hoy al mediodía la llegada de Jara. Lo saludarán con pancartas y caravanas. Este hombre de 51 años se convirtió en el 'teacher Alan', porque montó una escuela para enseñar a los otros cautivos inglés y ruso. Una improvisada tabla sostenida por palos sirve de pupitre. Sólo la enfermedad lo ha alejado a ratos de su labor de profesor. El político ha vuelto a la libertad después de más de siete años en poder de las FARC. Su entrega, programada para ayer, y la de Sigifredo López -los dos últimos civiles canjeables en poder de esta guerrilla- estuvieron a punto de fracasar. A petición de la Cruz Roja, el Gobierno dio un paso atrás y aceptó la presencia de Córdoba. Sin ella era imposible realizarlo. "El Gobierno no puede permitir que el terrorismo siga haciendo fiesta con el dolor de los secuestrados y de sus familias". Esto fue lo que dijo Uribe a medianoche del domingo, después de recibir en la Casa de Gobierno a los tres agentes de la Policía y el soldado que fueron entregados a la comisión encabezada por Córdoba. Según el periodista Jorge Enrique Botero -uno de los garantes del operativo humanitario- la liberación estuvo a punto de abortarse por los vuelos que aviones militares hacían sobre la zona de entrega acordada con la guerrilla. Tiene vídeos como prueba. Uribe acepta que hubo vuelos, pero respetando la altura mínima permitida -6.600 metros- acordada previamente con la Cruz Roja.
Cuando se rompa el silencio
Se cuestiona también la actitud de Botero. Se comunicó desde el punto de la selva dónde se dio la liberación con Telesur, canal oficial de televisión venezolano, y no se entiende la presencia de dos periodistas que llegaron por su cuenta al punto de encuentro de la guerrilla y la misión humanitaria. Tal vez las cosas se aclaren cuando los otros dos garantes que viajaron en los helicópteros de la fuerza aérea de Brasil, -entre ellos, el conocido periodista Daniel Samper- , rompan el silencio el próximo jueves, cuando se concrete la última liberación: la de Sigifredo López . En un comunicado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió al Gobierno colombiano sobre la necesidad de mantener "todas las garantías de seguridad" para el buen término de los dos operativos.
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