23 ago 2009

La Vietnam de Obama


loultimoenpolitica.blogspot.com

En un artículo publicado hoy enThe New York Times, titulado
¿Podría Afganistán convertirse en la Vietnam de Obama?, Peter Baker asegura que la incursión bélica del Presidente podría terminar en un fracaso tan traumático para los Estados Unidos como lo fue la invasión a Vietnam.

El presidente Obama aún no había tomado posesión, y ya sus seguidores estaban esculpiendo su imagen en el Monte Rushmore como si fuese otro Abraham Lincoln u otra encarnación de Franklin D. Roosevelt.

¿Pero si sus seguidores se han equivocado de precedente histórico? ¿Y si el destino de Obama, en vez, es convertirse en otro Lyndon B. Johnson?

Las analogías históricas son siempre demasiado simplistas y fatalmente fallidas, ya que cada Presidente es singular. Pero el modelo de Johnson - un presidente que aspiraba a crear un nuevo Estados Unidos internamente, mientras luchaba una guerra perdida en el exterior- es el que persigue a la Casa Blanca de Obama, mientras tratar de salvar a Afganistán en el medio de un programa doméstico expansivo.

Al igual que el Presidente Johnson creía que no le quedaba más remedio que luchar en Vietnam para contener el comunismo, el Presidente Obama declaró a Afganistán, la semana pasada, como un baluarte contra el terrorismo internacional. “Esto no es una guerra que preferimos”, le dijo a los Veteranos de Guerras Extranjeras en su convención en Phoenix. “Esta es una guerra de necesidad. Los que atacaron a Estados Unidos el 9 / 11 están conspirando para hacerlo nuevamente. Si no se controla, la insurgencia talibán, gozarán un refugio más grande que el que disfrutaban cuando aquel complot de Al Qaeda”.

Sin embargo, después de casi ocho años de guerra, el apoyo del pueblo estadounidense para la guerra en Afganistán ha decaído dramáticamente. La semana pasada, el New York Times y CBS News publicaron una encuesta que muestra que el apoyo popular está ahora por debajo del 50 por ciento.

Este desencanto se ve reflejado en Washington, donde los liberales del Congreso están se quejan con más énfasis de la guerra de Afganistán y los periódicos publican muchas columnas que cuestionan la participación de Estados Unidos. La portada del último ejemplar de The Economist, por ejemplo, está titulado “Afganistán: la creciente amenaza del fracaso”.

El teniente coronel Douglas A. Ollivant, un oficial retirado del ejército, quien trabajó en Iraq para el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, durante la presidencia de George W. Bush y después para el Presidente Obama, dijo que Afganistán puede ser “en varios órdenes de magnitud” más duro. No tiene nada de la infraestructura, la educación y los recursos naturales de Iraq, señaló, y tampoco tiene un liderazgo político con objetivos tan afines con los del liderazgo de Estados Unidos.

“Estamos en un lugar donde no tenemos buenas opciones y contra eso todos luchamos”, dijo el coronel Ollivant. “Aguantar parece ser un proyecto de 10 años y no estoy seguro de que tenemos el capital político o financiero para hacer eso. Sin embargo, el costoa de una retirada parece terriblemente alto también. Así que tenemos al lobo por la oreja.”

Y como Lyndon B. Johnson descubrió, el lobo tiene los colmillos afilados.

Fuente: Cubadebate.

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