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Colombia y Estados Unidos concluyeron negociación para el uso de siete bases militares en todo el territorio, a fin de que aviones y personal norteamericano puedan llevar a cabo labores de inteligencia en la lucha contra el terrorismo (Léase Guerrilla) y el tráfico de narcóticos (léase Guerrilla). Pero el objetivo siguiente es dejar establecida una cabeza de puente para agredir a Venezuela, Ecuador o Bolivia.
A días de concretar un acuerdo que permitirá a militares estadunidenses operar desde siete bases en Colombia, el presidente Álvaro Uribe expresó el domingo que con el apoyo acordado con el gobierno de Washington se consolidarán los logros en materia de seguridad de su gobierno.
La guerrilla y los narcotraficantes "a medida que ven que damos estos pasos (el acuerdo con Estados Unidos), van perdiendo la ilusión de que en algún momento pueden recuperarse en Colombia", aseguró Uribe en una ceremonia de rendición de cuentas transmitida por la televisora estatal Señal Colombia.
Aseguró que su política de seguridad "no tiene reversa" y mantiene el propósito de que a los guerrilleros y las narcotraficantes "hay que derrotarlos totalmente".
Consideró que el convenio alcanzado con Washington y que probablemente sea firmado en el curso de la semana siguiente, "es un paso en la dirección correcta".
Colombia y Estados Unidos concluyeron el viernes la negociación para el uso de siete bases militares en todo el territorio, a fin de que aviones y personal norteamericano puedan llevar a cabo labores de inteligencia en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de narcóticos.
El comandante de las fuerzas armadas, general Freddy Padilla de León, declaró que en la negociación "todos los puntos fueron de mutuo acuerdo y no hubo imposición de temas. La negociación se hizo respetando las constituciones de ambas naciones", según publicó el domingo el diario colombiano El Tiempo.
Durante una explicación que Padilla ofreció en julio a través de la televisión nacional sobre el uso de las bases, señaló que las fuerzas colombianas y las estadounidenses compartirán información de inteligencia en tiempo real.
También sostuvo que todas las acciones de los militares estadounidenses en Colombia serán supervisada y autorizadas por Colombia y que las fuerzas estadounidenses no podrán lanzar operaciones hacia terceros países.
El convenio tendría una duración de 10 años y ha sido criticado por presidentes de Sudamérica que consideran amenazante la presencia militar estadounidense en el subcontinente.
Uribe asistirá el 28 de agosto a Bariloche, Argentina, donde explicará el acuerdo en una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas convocada para el efecto.
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